Un suicida detonó un vehículo cargado de explosivos el lunes en una concurrida zona comercial de Bagdad, matando a al menos 22 personas, según funcionarios iraquíes. El incidente se produjo horas después de la llegada del presidente de Francia, François Hollande, al país, inmerso en una importante ofensiva contra el grupo extremista Estado Islámico.
El atacante estrelló una camioneta contra un mercado al aire libre de frutas y verduras, trabajadores y un control de la policía en el distrito de Sadr City, en el este de la capital iraquí, dijo un oficial de policía. Más de 35 personas más resultaron heridas, agregó apuntando que se espera que la cifra de fallecidos aumente.
Dos responsables sanitarios confirmaron la cifra de víctimas mortales. Todos los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a desvelar la información.
Ningún grupo se atribuyó de inmediato la autoría del ataque, que tiene todas las características de los perpetrados por el grupo extremista Estado Islámico. La milicia radical perpetró varias Matanzas similares en el pasado.
El grupo Estado Islámico se atribuyó la autoría del ataque en un comunicado publicado en internet y explicó que su objetivo eran los ciudadanos chiíes. The Associated Press no pudo verificar la autenticidad de la declaración, pero apareció en una web insurgente que suele ser empleada por la milicia radical. El grupo reivindicó además el ataque suicida del pasado sábado contra un mercado del centro de Bagdad en el que murieron al menos 28 personas y otra agresión contra un control de seguridad al sur de la capital iraquí el domingo que mató a al menos nueve.
A finales del mes pasado, las autoridades iraquíes comenzaron a retirar algunos de los controles de seguridad de Bagdad, principalmente en la zona oriental, en un intento por descongestionar el tránsito en la ciudad de casi seis millones de habitantes.
En una conferencia de prensa con Hollande, el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, dijo que el suicida del lunes fingió estar buscando jornaleros y, una vez que los trabajadores se acercaron a él, detonó el vehículo. Al-Abadi advirtió que los “terroristas seguirán intentando golpear a civiles para compensar las pérdidas” sufridas en el campo de batalla.
“Estamos decididos a aniquilar el terrorismo y podemos acortar su existencia”, manifestó al tiempo que pidió a fuerzas de seguridad y civiles que permanezcan alerta.
Durante su visita de un día al país, Hollande se reunió con su homólogo Fuad Masum y con el primer ministro en Bagdad. Más tarde viajará a la región autónoma curda del norte para reunirse con las tropas francesas desplazadas allí y con funcionarios locales.
La visita coincide con una amplia operación del ejército iraquí, respaldado por una coalición liderada por Estados Unidos, para recuperar el control de la ciudad de Mosul, en el norte.
La televisora estatal iraquí dijo que Hollande discutirá “ampliar el apoyo a Irak y los últimos avances en la lucha contra Daesh”, el acrónimo árabe para EI.
En declaraciones publicadas por la cuenta oficial de Twitter del Palacio del Elíseo, Hollande prometió que París seguirá siendo un aliado a largo plazo de Irak y pidió coordinación entre los servicios de inteligencia “en un espíritu de gran responsabilidad”.
Francia está en la coalición internacional, formada a finales de 2014 para combatir a la milicia radical después de que conquistó grandes zonas de terreno tanto en Irak como en la vecina Siria y declaró un “califato” islámico. Como otros países europeos, Francia sufrió ataques terroristas reivindicados por EI.