El presidente Donald Trump recibió hoy críticas de la oposición demócrata por llamar “supuesto juez” al magistrado federal que suspendió el decreto con el que él había vetado temporalmente la entrada al país los refugiados y los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana. “La opinión de este supuesto juez, que esencialmente arrebata a nuestro país la capacidad de aplicar la ley, es ridícula y será anulada”, dijo Trump en un mensaje en la red social Twitter. Esa manera de referirse al juez federal James Robart, que el viernes bloqueó con efecto inmediato el veto migratorio de Trump, mereció a Trump acusaciones de falta de respeto a la independencia judicial del país por parte de políticos y analistas, entre ellos el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer. “El ataque del presidente al juez James Robart, nombrado por el expresidente republicano George W. Bush, muestra un desdén por un sistema judicial independiente, que no siempre se ajuste a sus deseos y una constante falta de respeto a la Constitución”, afirmó Schumer. En un comunicado, Schumer insinuó que las declaraciones de Trump podrían influir en el tratamiento que los demócratas darán a la nominación del juez Neil Gorsuch, designado esta semana por el mandatario para cubrir la plaza vacante en el Tribunal Supremo. “Esto hace aún más importante que el Tribunal Supremo sirva como mecanismo independiente de control de la Administración”, apuntó. “Con cada acción que pone a prueba la Constitución, y cada ataque personal a un juez, el presidente Trump lo pone aún más difícil para la nominación de Gorsuch para el Tribunal Supremo. Su capacidad de ejercer un control independiente será central en el proceso de confirmación”, añadió Schumer. El senador demócrata Patrick Leahy, que pertenece al comité judicial del Senado, tildó de “peligrosa” la “hostilidad” de Trump hacia el juez federal y coincidió con Schumer en que el nominado del presidente para el Supremo deberá “demostrar su capacidad” de contrarrestar los posibles excesos del Ejecutivo. El gobernador del estado de Washington, el demócrata Jay Inslee, opinó que el “ataque” de Trump al juez federal no encaja con “la dignidad” que debe mostrar un presidente y exhibe “una actitud que puede llevar a Estados Unidos hacia la calamidad”. Esta no es la primera vez que Trump arremete contra un juez federal: en junio pasado, durante la campaña presidencial, cuestionó la independencia del juez hispano Gonzalo Curiel, encargado del caso de presunto fraude de la universidad que lleva el nombre del ahora presidente. Trump argumentó entonces que Curiel, nacido en Indiana de padres mexicanos, no podía ser imparcial debido a su “herencia mexicana”, país al que el magnate había ofendido durante su campaña, una acusación que le mereció críticas de numerosos políticos, incluidos líderes de Partido Republicano.