En una carta dirigida a Stefan C. Passantino, designado oficial de la Agencia de Ética en Casa Blanca, la Oficina de Ética Gubernamental recomendó ayer 13 de febrero que se tomen acciones disciplinarias contra Kellyanne Conway, asesora especial del presidente Donald Trump.
El asunto ético comenzó el pasado miércoles con acciones del propio presidente.
Tras darse a conocer que la tienda Nordstrom sacó de circulación la línea de ropa y accesorios de su hija Ivanka Trump, el mandatario estadounidense tuiteó —y posteriormente retuiteó desde la cuenta oficial de presidencia— que su hija fue tratada “tan injustamente” por la tienda departamental.
Ivanka Trump no desempeña un papel específico en la Casa Blanca, pero se mudó a Washington junto a su esposo, Jared Kushner, quien es uno de los asesores más cercanos de Trump. Siguió la postura de su padre con sus relaciones comerciales al entregar el control operativo de su compañía de moda, pero mantuvo la propiedad del mismo.
¿Qué hizo Conway?
Durante una entrevista realizada el pasado jueves con Fox News desde la sala de prensa de la Casa Blanca, Conway exhortó a la gente a “ir a comprar las cosas de Ivanka”, e incluso se jactó de que le estaba dando a la marca “un comercial gratuito”.
Aunque Trump y el vicepresidente Mike Pence no son sujetos a las leyes y regulaciones éticas que rigen a empleados federales, no es el caso de Conway, quien funge como asesora del mandatario. El reglamento dice que un empleado no puede utilizar su cargo “para respaldar ningún producto, servicio o empresa”.
La carta fue publicada hoy por NBC Nightly News en Twitter.