Dos cazadores acusados por un tiroteo en una hacienda de Texas cerca de la frontera con México habían dicho a las autoridades que fueron atacados por inmigrantes que habían entrado al país de manera ilegal.
Un jurado investigador halló culpable la semana pasada a Michael Bryant y Walker Daugherty de disparar en dirección a otras personas, dijo el sheriff del condado de Presidio Danny Domínguez a la televisora Odessa KOSA.
El 6 de enero, la policía respondió a un reporte de un tiroteo en una finca cerca de Candelaria y halló a Daugherty y Edwin Roberts con heridas de bala. Ambos eran parte de un grupo de cazadores y dijeron a las autoridades que fueron atacados por gente que había cruzado ilegalmente la frontera que estaba cerca y que había tratado de robar una casa rodante que ellos estaban usando.
La investigación halló que Daugherty disparó contra Roberts y Bryant disparó a Daugherty, dijo Domínguez.
Los alegatos de los cazadores llevaron al Comisionado de Agricultura de Texas, Sid Miller, a escribir en Facebook que el ataque era otra razón por la que se debería construir un muro fronterizo y evitar que “entren los delincuentes violentos y miembros de carteles”.
Los mensajes de Miller en las redes sociales sobre el tiroteo en West Texas fueron compartidos más de 6.500 veces, antes de ser desechados.
Las autoridades dicen que unos 30 agentes del orden revisaron el perímetro del rancho donde los cazadores se estaban quedando y no encontraron señales de gente que se haya acercado al campamento esa noche. Investigadores tampoco hallaron evidencias de “violencia fronteriza”, agregaron.