En su primer mensaje ante una sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos, el presidente Donald Trump reiteró anoche los planes fiscales que estará presentando durante el mes de marzo.
“Trump está sometiendo un plan presupuestario que es típicamente republicano”, apuntó el doctor Ángel Rosa, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Mayagüez.
“Los gobiernos republicanos siempre han tenido una predilección por el gasto militar. Siempre han aumentado los presupuestos militares, porque parte del discurso republicano ha sido la necesidad de unas fuerzas armadas capacitadas y fuertes, de manera que puedan tener y sostener la influencia y presencia de los Estados Unidos en el resto del mundo como el hacedor de política internacional”, explicó el analista político.
Un aumento de $54 mil millones en el área militar obligaría a recortar fondos de otras áreas, algo que, de hecho, ya confirmó Casa Blanca.
Pero esto no debería significar ningún problema en el Congreso dominado por republicanos, pues, según indicó Rosa, desde hace varios años los republicanos —antes de la llegada de Trump—, especialmente el líder cameral Paul Ryan, han defendido que se reduzca el gasto en programas sociales de asistencia, sobre todo la asistencia de vivienda y las ayudas para las madres solteras.
“En ese tipo de programas, Puerto Rico, al igual que el resto de los estados, debe esperar recortes y deben ser recortes más o menos en la misma proporción, porque ese es el tipo de programa federal en el que Puerto Rico tiene paridad con el resto de los estados de la unión”, indicó el analista político internacional.
El conflicto entre Trump y Ryan podría surgir, aunque no precisamente por una excesiva cantidad de recortes propuestos por Casa Blanca, sino por todo lo contrario.
Trump ha dicho que no tiene planes de proponer recortes significativos en Medicare y Medicaid, algo que sí favorece el líder cameral y que ha venido también defendiendo en los pasados años. El enfoque del presidente es cumplir con sus promesas de campaña de desarrollo económico, algo que se ha visto es posible con el aumento en inversión militar.
“No hay duda de que es una manera rápida de obtener crecimiento económico porque la inyección en el complejo militar industrial produce empleos inmediatamente, es una estructura industrial que está lista para expandir sus operaciones en todo momento, y ese es el ejemplo de cómo Estados Unidos ha salido de casi todas sus recesiones económicas, incluyendo la Gran Depresión de los años 30”, apuntó Rosa.
Trump, además, habló sobre inyecciones económicas en desarrollo de infraestructura, algo que podría estar alineado a su plan de reducir las regulaciones ambientales en Estados Unidos.
Bajo amenaza la EPA
De acuerdo con fuentes anónimas de The New York Times, el plan de la Casa Blanca exige un recorte del 24 % en el presupuesto de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés). Eso equivaldría a una reducción de alrededor de $2 mil millones del presupuesto anual de la agencia, que suma unos $8,100 millones, reduciendo su gasto a niveles no vistos desde la presidencia de Ronald Reagan y que podrían afectar significativamente las operaciones de dicha agencia.
“La EPA ha sido por mucho tiempo un blanco del partido republicano. También porque las regulaciones de la EPA, cada vez más fuertes, son un símbolo de las restricciones para hacer negocios en los Estados Unidos y para establecer nuevas líneas de producción en los estados”, explicó el profesor de Ciencia Política.
De acuerdo con el analista, ya desde el pasado presupuesto el Congreso había propuesto una reducción de $300 millones, una cifra muy inferior a la que propondría Trump.
En ese sentido, lo que el presidente estaría buscando es “reducir las operaciones de la EPA como agencia reguladora y que el free business, es decir, la comunidad de negocios se vea menos limitada en ese particular”,
dijo Rosa.
Precisamente ayer, Trump firmó una orden ejecutiva encaminada a revertir una regla firmada por Obama que designaba qué cuerpos de agua, afluentes y humedales más pequeños estaban bajo el control de la EPA y el Cuerpo de Ingenieros
del Ejército.