Una milicia congoleña decapitó a más de 40 agentes de policía luego de una emboscada en una región cada vez más violenta, donde Naciones Unidas busca a investigadores estadounidenses y suecos desaparecidos, informó el sábado un funcionario local.
Milicianos de grupo Kamwina Nsapu llevaron a cabo el ataque ayer entre las ciudades de Tshikapa y Kananga, en la provincia central de Kasai, de acuerdo con el presidente de la Asamblea de Kasai, François Kalamba.
Agregó que los agresores liberaron posteriormente a seis agentes porque hablaban la lengua local tshiluba.
El gobernador de Kasai, Alexis Nkande Myopompa, dijo que las investigaciones estaban en curso.
La violencia a gran escala estalló en la región de Kasai en agosto, cuando las fuerzas de seguridad mataron el líder de la milicia. Más de 400 personas han muerto y más de 200.000 han sido desplazadas desde entonces, de acuerdo con la ONU.
Adicionalmente, en las últimas semanas se han publicado cinco videos que parecen mostrar a soldados congoleños disparando contra los milicianos.
Aunque la violencia está relacionada con las luchas locales por el poder, también existen vínculos claros con la crisis política del Congo, según la organización Human Rights Watch.
La ira popular ha estado creciendo en el país africano debido a las largamente retrasadas elecciones presidenciales. Decenas de personas murieron en diciembre en medio de protestas luego de que el presidente Joseph Kabila permaneció en el cargo a pesar de que concluyó su mandato.
Es incierto el futuro de un acuerdo entre el partido gobernante y la oposición de que se celebren elecciones a finales de este año, sin Kabila. Naciones Unidas ha instado a la aplicación de ese pacto.
