Diez supuestos miembros del clan mafioso de los Bonanno, parte de La Cosa Nostra, fueron arrestados hoy en Nueva York por desarrollar actividades de crimen organizado a lo largo de nueve años, según anunció la fiscalía.
Ronald Giallanzo, el capo actual de la familia Bonanno, tres “soldados” también pertenecientes al clan y otros seis socios acumulan 37 cargos, que abarcan desde la conspiración para cometer crimen organizado, asesinar, distribuir narcóticos u obstrucción de la justicia hasta el intento de asesinato, la extorsión y el juego ilegal.
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Tras las detenciones, fruto de una larga investigación, los acusados fueron citados este martes en la corte federal del distrito neoyorquino de Brooklyn.
Giallanzo, de 46 años, es sobrino de Vincent Asaro, un veterano mafioso que en 2015 fue declarado no culpable por su supuesta participación en un famoso atraco cometido en 1978 en el aeropuerto de Nueva York, que inspiró a Martin Scorsese en “Goodfellas” (Uno de los Nuestros).
Según señaló la fiscal interina del distrito este de Nueva York, Bridget M. Rohde, los miembros del clan “han amasado supuestamente una fortuna a través de ganancias ilícitas” con el desarrollo de actividades delictivas en Howard Beach (Queens) y otros lugares entre enero de 1998 y marzo de 2017.
Los detenidos se enfrentan a una pena de prisión de hasta 20 años si son condenados por los delitos de crimen organizado y estafa de préstamos.
El acta de acusación desgrana que el capo de los Bonanno dirigió una lucrativa operación de estafa en la que suministraba dinero a algunos de los afiliados del clan detenidos para que hicieran préstamos a precios desorbitados y los cobraran.
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Giallanzo, que ya había sido condenado en 2007 también por crimen organizado y extorsión, incluso desde la cárcel seguía vigilando el negocio, según el comunicado.
De acuerdo con la información oficial, Giallanzo llegó a manejar tres millones de dólares en préstamos y ordenaba a sus socios cometer actos violentos para asegurarse de que las víctimas pagaban el interés semanal que exigía.
Los acusados se embolsaron unos 26 millones de dólares entre las ganancias de todas sus empresas ilícitas, que les serán confiscados si se les considera culpables de los delitos.
Las casas de Giallanzo y de otros tres socios también están sujetas a ser decomisadas, según la información de la oficina del fiscal.
Además de las penas por crimen organizado y estafa de préstamos, dos de los afiliados de los Bonanno, Michael Padavona y Robert Tanico, se enfrentan a otros 20 años por obstrucción a la justicia.
Otros tres acusados, incluido el capo del clan, pueden sumar otros cinco años si se les condena por operar un negocio de juego ilegal; y el antes mencionado Tanico, a otros cinco por falso testimonio.
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