Mientras los habitantes de la segunda ciudad de Rusia tratan de recuperarse tras un atentado fatal en el metro, las autoridades anunciaron hoy el arresto de seis personas bajo sospecha de reclutar a otros para cometer crímenes extremistas.
La Comisión Investigadora reveló pocos detalles en su comunicado, pero dijo que los arrestados eran oriundos de países del Asia central, antiguos integrantes de la Unión Soviética. Las autoridades han dicho que el autor del ataque del lunes en San Petersburgo era nativo de Kirguistán, en el Asia central.
No hubo de inmediato información que vinculara a los arrestados con el presunto agresor, identificado como Akbardzhon Dhzalilov, de 22 años. Cincuenta y cinco personas heridas en la explosión permanecen hospitalizadas, dijo la vicealcaldesa Anna Mityanina. En el ataque hubo 14 víctimas fatales.
Los estados musulmanes del Asia central se consideran terreno fértil para el reclutamiento de militantes islamistas.
Putin advierte sobre amenaza del terrorismo
En reunión con los jefes de servicios de seguridad de una alianza regional que incluye la mayoría de los vecinos centroasiáticos de Rusia, el presidente Vladimir Putin advirtió que el terrorismo era una amenaza para toda la región.
“Desgraciadamente, vemos que la situación no mejora”, dijo Putin. “Los trágicos sucesos recientes en San Petersburgo son la mejor confirmación de esto. Sabemos que cada uno de nuestros países, prácticamente todos, son posibles blancos potenciales de los ataques terroristas”.
Horas antes, la Comisión Investigadora dijo que allanó la vivienda de Dhzalilov en San Petersburgo y estudió videos de una cámara frente a su casa que lo muestra al salir con una bolsa y una mochila.
La bomba estalló en un tren subterráneo el lunes. Otra bomba, oculta en una bolsa, fue hallada y desactivada en otra estación media hora antes de la explosión. Se hallaron rastros del ADN de Dzhalilov en la bolsa.
Después del ataque, varios políticos pidieron levantar la moratoria sobre la pena de muerte. Pero el presidente del parlamento, Vyacheslav Volodin, dijo que semejantes declaraciones eran meros recursos para llamar la atención, y afirmó que “uno no debe usar una tragedia para autopromocionarse”.