Con pancartas y batas blancas de laboratorio, miles de científicos de diferentes partes de Estados Unidos empezaron hoy a concentrarse en el centro de Washington para mostrar su desacuerdo con los recortes a la investigación científica propuestos por el presidente, Donald Trump.
La protesta, bautizada como “Marcha por la Ciencia” y que coincide con el Día de la Tierra, se celebrará en más de 500 ciudades del mundo, pero muchas miradas se centran en Washington, donde los organizadores esperan reunir hasta 75.000 personas.
Los primeros científicos empezaron a llegar sobre las 8.00 hora local (12.00 GMT) al monumento a Washington, frente a la parte sur de la Casa Blanca, desde donde la protesta partirá a las 14.00 hora local (18.00 GMT) para recorrer la explanada verde del National Mall y concluir en las calles aledañas al Congreso.
“Creemos que la ciencia es importante, es el camino hacia el futuro, necesitamos proteger nuestro futuro, no vamos a tener otro planeta al que ir y el presidente Trump debería respetar eso”, dijo a Efe Kelsy Tarase, de 26 años y profesora de Ciencia para niños de educación primaria.
Kelsy y su hermana, Katy, de 34 años, condujeron toda la noche desde Cleveland (Ohio) para poder participar hoy en la marcha, a la que acudieron vestidas con un disfraz naranja de astronauta.
Las dos sienten “angustia” por el presupuesto presentado en marzo por Trump, en el que se aumenta el gasto militar a cambio de recortes en importantes agencias científicas, como la NASA y la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), encargada de estudiar el cambio climático.
El Congreso tiene la última palabra en la aprobación y modificación del presupuesto, por lo que los científicos esperan que las marchas de hoy sirvan para poner a los legisladores de su lado.
La marcha se desarrollará entre fuertes medidas de seguridad, pues por ejemplo, para entrar al recinto de la protesta, los manifestantes tienen que pasar unos controles, similares a los de los aeropuertos y en donde los guardias se aseguran de que nadie lleva globos o palos, objetos prohibidos para el acto.
Mientras cientos de personas hacen fila para entrar al recinto, decenas de voluntarios ofrecen pancartas con el lema oficial de la marcha: “Science, not Silence” (“Ciencia, no silencio”).
Los organizadores han insistido en que la marcha no debe ser un evento contra Trump, sino una reivindicación del importante papel que debe jugar la Ciencia en la sociedad y en el debate político para que los gobernantes puedan tomar buenas decisiones teniendo en cuenta los hechos y no elucubraciones.
No obstante, muchos lucían pancartas con mensajes contra Trump, como “Ciencia = realidad, Trump = mentiras” y “Trump escucha los hechos, no los ‘hechos alternativos’”, unas palabras que critican lo que muchos ven como un desprecio por la verdad de la Casa Blanca y que la consejera presidencial Kellyanne Conway definió como “hechos alternativos”.
Otras ciudades de Estados Unidos, como Nueva York y Chicago, celebran hoy también actos en apoyo de la “Marcha por la Ciencia”, un movimiento que ha captado el apoyo de 220 grupos científicos, como la importante Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, que promueve la cooperación científica.