Más de 300,000 computadoras en 150 países han resultado infectadas desde el viernes por el ciberataque global, pero sus responsables han recaudado menos de 70,000 dólares con su chantaje a los afectados por el virus para que pagaran por recuperar sus datos, informó hoy el Gobierno.
Ninguno de los sistemas del Gobierno estadounidense han resultado hasta ahora afectados por el virus global, según aseguró a los periodistas el asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump, Tom Bossert, quien insistió en que Estados Unidos “no fabricó” el virus, como ha sugerido Rusia.
El ciberataque “se ha extendido a unos 150 países y afectado a más de 300.000 máquinas, aunque la buena noticia es que las tasas de infección se han ralentizado a lo largo del fin de semana”, indicó Bossert en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
Pese al ánimo lucrativo de los responsables del virus, “parece que se han pagado menos de 70.000 dólares en rescates”, y que quienes han hecho esos pagos no han logrado “recuperar ninguno de sus datos”, aseguró Bossert.
Estados Unidos ha resultado menos afectado que otros países, aunque el virus sí ha llegado a algunas compañías como la empresa de envíos FedEx y ha complicado las actividades estadounidenses del gigante español de telecomunicaciones Telefónica, añadió el funcionario.
El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó hoy a los servicios secretos de Estados Unidos de ser “la fuente primaria del virus”, después de que el presidente de Microsoft, Brad Smith, indicara este domingo que el ciberataque se produjo gracias a una “vulnerabilidad robada” a la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA).
El asesor de Trump subrayó hoy que el Gobierno estadounidense no “fabricó” el virus, y que la NSA “no ha desarrollado ninguna herramienta para quedarse con datos por medio del pago de un rescate”.
“Esto es algo desarrollado por las partes culpables, potencialmente criminales o Estados-nación extranjeros, que lo han fabricado para difundirlo mediante documentos adjuntos (en correos electrónicos) y causar infecciones”, afirmó Bossert.
El funcionario no quiso precisar, sin embargo, si la NSA ha usado o desarrollado alguno de los componentes que contiene el virus, al asegurar que no podía profundizar en esos temas relativos a actividades de inteligencia.
Bossert aseguró que Estados Unidos está “trabajando para conseguir que los responsables del ciberataque rindan cuentas”, y pidió a quienes no han instalado el último parche de seguridad proporcionado por Microsoft que lo hagan para proteger sus equipos.
El programa informático de chantaje WannaCry, que exige un pago en la moneda digital bitcoin para recuperar el acceso a los ordenadores, ha golpeado a centros de salud en el Reino Unido, grandes empresas en Francia y España, la red ferroviaria en Alemania, organismos públicos en Rusia y universidades en China, entre otros.