WELLINGTON, Nueva Zelanda – Cuando un equipo de investigadores viajó a una pequeña isla deshabitada a la mitad del océano Pacífico, sus integrantes se quedaron atónitos al encontrar unos 38 millones de trozos de basura que habían llegado hasta sus playas.
Casi toda la basura que encontraron en la isla Henderson estaba hecha de plástico. Había soldados de juguete, dominós, cepillos de dientes y cientos de cascos de todas las formas, tamaños y colores.
Los investigadores señalaron que esa densidad de basura es la mayor registrada en cualquier lugar del mundo, a pesar de lo remoto de la isla. El lugar se encuentra aproximadamente a medio camino entre Nueva Zelanda y Chile, y está reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
La científica Jennifer Lavers, de la Universidad de Tasmania, era la autora principal del reporte, publicado el martes en la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences”.