Así, como quien no quiere la cosa, ya pasaron 14 años desde que llegó la “Fruta favorita” a la Plaza del Mercado de Santurce, de la artista Annex Burgos, o ¿serán los aguacates de Sila como lo bautizaron los placeros?
“No eran míos, eran de Sila, pero para mí son del pueblo”, rememoró la artista plástica responsable de la obra comisionada para la restaurada plaza por el Proyecto de Arte Urbano del Municipio de San Juan bajo la administración de la entonces alcaldesa Sila María Calderón.
Cuando arribaron los aguacates que conviven con el diseño arquitectónico de la estructura que alberga a los comerciantes, los placeros aplaudieron, relató con un dejo de nostalgia la también creadora de las majestuosas musas que engalanan otra emblemática plaza santurcina, la del Centro Bellas Artes Luis A. Ferré.
“Fue bien interesante porque los placeros aplaudieron. Yo pude percibir en ese instante que la creación era como una necesidad”, reflexionó al destacar que prefiere trabajar arte público, para espacios abiertos y alternos y llegar a más personas.
“Me siento bien orgullosa y es una satisfacción bien grande porque siento que el pueblo se identifica con los aguacates porque se acoplan a la dinámica que existe en la plaza del mercado. Esa era mi idea, que no fuera como un busto alejado de las personas sino que tuvieran esa interacción con el público y creo que por eso se identifican con la pieza”, manifestó.
En ese sentido, introduce a la conversación que todavía el arte es elitista, más otras veces, también aflora el machismo.
“Uno de mis enfoques es que yo quiero exponer el arte a más gente. Y es que muchas veces el arte es elitista y los artistas se ven como súperestrellas inalcanzables”, destacó.
En aquel entonces “muchas personas no creían que yo había hecho los aguacates y las musas (ambas obras escultóricas construidas en bronce) porque tenían una percepción de que había sido un hombre”.
Curiosamente en un principio pensó crear anones en vez de aguacates.
“Pero luego me di cuenta que había mucha gente que no lo podían identificar o lo podían confundir con una vaina. Entonces preferí llevarlo al otro extremo”, explicó.
Fue así que surgió la idea de su fruta favorita “que todo el mundo sabe lo que son los aguacates y nos gusta compartir en la mesa puertorriqueña”.
Y aunque cambió de fruto la artista hace hincapié en que en ningún momento su proceso fue interrumpido por tratarse de un arte público; “el proceso creativo se dio de forma natural y nadie me pidió que hiciera tal cosa”.
“En el proceso fueron cambiando de tamaño y de cantidad, en un principio eran dos y terminé haciendo cuatro para que convivieran con el espacio”, precisó.
Anécdotas de la artista:
• “Me decían que (la pieza de los aguacates) parecía una pera”.
• “Pensaban que lo había hecho un hombre, porque mi nombre es raro”.
• “Originalmente pensaba hacer unos anones porque me enfrenté a ellos y quería que otros conocieran la fruta”.
Annex destaca que no se considera una escultora, sino una artista plástica, que trabaja con medios mixtos y disfruta de la exploración.
• Trabaja con sierra de mesa, lijadoras y diferentes materiales que requieren fortaleza.
• “Me gustan las contradicciones, las analogías, confrontar al espectador y cuestionar pero que lleguen a sus propias conclusiones”, apuntó.