Los restos del profesor Reinaldo “Pochy” Oliver serán expuestos a partir de las 9:30 de la mañana del miércoles en la cancha bajo techo Universidad de Puerto Rico en Río Piedras y a la 1:00 de la tarde en Casa Olímpica, en San Juan, mientras que a las 4:00 de la tarde estarán en la funeraria Buxeda en Hato Rey, confirmó Manuel Charbonier.
Mientras que se antició que el próximo Sábado habrá una actividad oficial en su pueblo natal de Ponce.
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El periodista Carlos Uriarte expresó que el deceso de Oliver en la madrugada de hoy a los 81 años de edad es la pérdida de uno de los grandes atletas de la historia de Puerto Rico.
Pochy nació en Ponce en 1935 y se destacó internacionalmente en el atletismo y el béisbol, dijo.
Luego de su retiro como competidor dedicó toda una vida al deporte como maestro, entrenador, mentor de juventudes en su querida alma mater, la UPR de Río Piedras y como organizador y director técnico de cientos de competencias de atletismo, dijo Uriarte.
“Por más de cuatro décadas fue el director técnico de las Justas Intercolegiales, de las competencias organizadas por la Federación de Atletismo en todos los niveles y Juez Internacional en eventos regionales y continentales”, detalló el periodista.
Oliver comenzó su carrera deportiva en la Ponce High de manos de su mentor Manuel González Pató. Siendo estudiante de escuela superior debutó internacionalmente en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1950 en Guatemala, finalizando en cuarto lugar en la jabalina y octavo en el pentalón.
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Cuatro años después, en los Juegos CAC de 1954 en la Ciudad de México ganó la medalla de oro en la jabalina con un tiro de 67.71 metros que fue récord para los Juegos por más de una década.
En 1955 en Ciudad de México, se convirtió en el primer medallista de Puerto Rico en los Juegos Panamericanos, al ganar bronce en la jabalina con una marca de 65.56 metros, siendo superado por Frank Held de Estdaos Unidos con 69.77 y la plata fue para Ricardo Heber de Argentina con 66.15.
Uriarte recordó que Oliver estuvo en dos Juegos Olímpicos, en 1952 en Helsinki compitiendo en la jabalina y en el decatlón, también viajó a las olimpiadas de 1956 en Melbourne en el evento de la jabalina.
Como atleta universitario –relató Uriarte– fue todo un coloso, defendiendo los colores de los Gallitos de la UPR, destacándose en los eventos de lanzamientos, salto con pértiga, largo y triple, siendo su atleta más valioso y mejor anotador en 1955.
En 1972 fue el entrenador del último campeonato ganado por los Gallitos de la UPR en las Justas.
En el béisbol jugó Doble A con Coamo, Yauco y con los Cachorros de Ponce donde ganó el campeonato nacional en la temporada de 1957.
En esa campaña fue el Jugador Más Valioso, al ganar la triple corona de bateo, al finalizar primero en bateo con .462, líder en carreras anotadas con 31, líder en carreras empujadas con 27 y colíder en cuadrangulares con tres.
En esa temporada jugó como receptor, en los bosques y como lanzador.
Oliver firmó como jugador profesional en 1958 con San Luis y estuvo activo en cinco temporadas en las ligas menores, jugando Triple A en 1961 con los San Juan Marlins, finalizando con promedio colectivo de .292 en 441 juegos.
En Puerto Rico fue parte de los equipos de San Juan y Ponce, entre otros. Por muchos años fue coach de los Cangrejeros del Santurce.
Según Urierte, el compromiso de Oliver con el deporte era total, fue árbitro del Baloncesto Superior en los años 60 del siglo pasado, escucha del béisbol con los Cardenales del San Luis, siendo el responsable de la firma del estelar Guillermito Montañez.
Miembro del Salón de la Fama del Deporte de Puerto Rico, del Salón de la Fama de la ciudad de Ponce y de Río Piedras y reconocido como una de las grandes figuras deportivas de la UPR de Río Piedras.
Además, de todos sus atributos como competidor y organizador deportivo, fue un hombre amable, sencillo, con carisma y querido por todos que tuvieron contacto con él en la vida terrenal, apostilló el periodista Uriarte.
