Personal de la Guardia Costera ocupó aproximadamente 2,000 libras de cocaína valoradas en cerca de 30 millones de dólares y transfirió la custodia de cuatro contrabandistas sospechosos a las autoridades federales estadounidenses en el sector de la Guardia Costera en San Juan.
Según informó el personal de la Guardia Costera en una declaración escrita, la tarde del pasado 2 de enero, la tripulación de un avión de patrulla marítima de la agencia federal de Aduanas y Protección Fronteriza en un patrullaje de rutina, localizó un barco sospechoso y rápido cerca de la República Dominicana. El USS Zephyr fue desviado con personal para interceptar la embarcación. En la misma intervinieron con los cuatro contrabandistas sospechosos y ocuparon numerosos fardos que resultaron positivos a cocaína.
Indicaron que el contrabando confiscado y los detenidos fueron trasladados por el Zephyr al Cortador de la Guardia Costera Donald Horsley para el transporte a Puerto Rico, donde fueron puestos bajo la custodia de los agentes especiales de la Agencia Federal Antidrogas (DEA por sus siglas en inglés).
La interdicción y la incautación de contrabando fue el resultado de los múltiples esfuerzos de las fuerzas del orden en apoyo a la Operación Unified Resolve, la Operación Guardia del Caribe y el Strike Force del Corredor del Caribe.
“Las alianzas fuertes y la excelente coordinación entre la Guardia Costera, la Marina de los Estados Unidos y las agencias federales de aplicación de la ley involucradas en este caso impidieron que este importante cargamento de drogas llegara a la costa y entregaran a los responsables ante la justicia. Nuestros esfuerzos colectivos buscan asegurar la frontera marítima de nuestra nación y proteger a los ciudadanos de Puerto Rico y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos de esta amenaza”, dijo el capitán Robert W. Warren, comandante del Sector Guardia San Juan.
“Este es el resultado de un gran y extraordinario esfuerzo interinstitucional del Strike Force del Corredor del Caribe. Sin duda alguna, la cooperación en esta investigación conjunta entre la DEA, el FBI, la HSI y la USCG ilustra las grandes cosas que la aplicación de la ley puede lograr para combatir el narcotráfico en Puerto Rico y la Región del Caribe”, dijo Matt Donahue, agente especial a cargo de la División del Caribe de la DEA.