El convicto Pablo Casellas, quien está en espera de que se decida de forma final si se le concede un nuevo juicio, arrojó positivo a cocaína en una prueba de sustancias controladas que el Departamento de Corrección y Rehabilitación realizó en diciembre pasado en el complejo correccional de Bayamón.
Las pruebas al azar se realizaron el 20 de diciembre de 2016. Casellas fue uno de los confinados a quienes se les hizo la prueba en la institución Bayamón 501. Este arrojó positivo a cocaína.
Cuando un confinado arroja positivo a sustancias se le notifica el resultado y orienta que puede solicitar una revisión de la prueba, pero la misma se realizaría con la misma muestra original. El confinado recibe una falta administrativa que va a su expediente, y se refiere a Salud Correccional para programa de rehabilitación.
Casellas fue hallado culpable en el 2004 por el asesinado de su esposa, Carmen Paredes. Sin embargo, el Tribunal de Apelaciones le concedió un nuevo juicio. El Departamento de Justicia apeló la determinación del foro intermedio y actualmente la controversia está ante el Supremo.
Peredes fue asesinada a sus 46 años en su hogar en Guaynabo en el año 2012. Su esposo, convicto por el asesinato, es hijo del juez federal, Salvador Casellas. El caso fue uno de mucha atención mediática.
