Por primera vez en la historia, Estados Unidos ha utilizado la bomba GBU-43 Massive Ordnance Air Blast (MOAB), un gigantesco proyectil de unas 10 toneladas de peso, diseñado para destruir complejos de cuevas y túneles subterráneos.
El lanzamiento, normalmente llevado a cabo por un Hércules C130, se reveló pocas horas después de tener lugar en el distrito de Achin a las 19.32 hora local (15.02 GMT), una premura poco habitual en operaciones de este tipo.
La provincia de Nangarhar, en el este afgano y cerca de la frontera con Pakistán, es la remota región que la que los yihadistas del EI se han asentado para ampliar su presencia en la que llaman provincia de Jorasán (parte de su autodeclarado califato).
“El bombardeo estaba diseñado para minimizar el riesgo para las fuerzas afganas estadounidenses que realizan operaciones sobre el terreno en esa zona, al tiempo que se maximiza la destrucción de combatientes e instalaciones del EI-Jorasán”, explicó el Pentágono en un comunicado.