Por: Ronald Ávila Claudio
La crisis fiscal que arropa al país ha puesto en riesgo el recogido de basura en varios municipios, a tal punto que alcaldes como el de Cabo Rojo y Arecibo decidieron cobrar por este servicio.
De acuerdo con Roberto Ramírez Kurtz, alcalde caborrojeño, su municipio ha implantado una iniciativa conocida como Operación Naranja, que comenzará a implementarse en los próximos 45 días.
Bajo esta nueva política de recogido de basura, los residentes de su pueblo estarán obligados a comprar bolsas anaranjadas para depositar sus desperdicios sólidos.
Según informó el ejecutivo municipal, las bolsas podrán conseguirse en los negocios locales de Cabo Rojo a un costo de entre $1.75 a $1.99 cada una por las de 15 galones, y entre $3.40 a $3.90 para las de 30 galones.
De esta forma, el costo anual para cada ciudadano dependerá de cuánta basura produzca.
Si algún residente no utiliza este sistema, en una primera ocasión —mencionó Ramírez Kurtz— se le dejará una nota en su hogar informándole que debe acoplarse a la nueva instrucción. Luego de una segunda oportunidad, de no usar las bolsas naranjas para colocar la basura, los habitantes caborrojeños se arriesgan a multas de $100 a $4,000.
Con esta acción la administración de Cabo Rojo busca cumplir con una deuda de $4.6 millones que tiene con la compañía ConWaste.
En Arecibo la basura se pagará vía web
Entretanto, el Municipio de Arecibo, que fue uno de los primeros en proponer cobrar por el recogido de basura, favoreció la decisión del alcalde de Cabo Rojo y destacó que lanzará una plataforma digital para que sus residentes puedan efectuar los pagos.
Según destacó Carlos Molina, alcalde de dicho pueblo, los ciudadanos podrán usar sus tarjetas de crédito y cuentas de PayPal para sufragar el servicio. Si alguna persona requiere su factura en papel tendrá que pagar un costo adicional que se informará en las próximas semanas.
Molina manifestó que la tarifa por residente rondará en los $100 anuales. Añadió que la aportación que hacía el Municipio para pagarles a contratistas por el recogido de desperdicios sólidos se usará para “arreglar las carreteras” de Arecibo.
“Vamos a poder reciclar, dar un mejor servicio y tener los recursos para pagar a los contratistas y exigirles que recojan la basura de mejor manera y que tengan los vehículos al día”, agregó Molina.
Se espera, según el también presidente de la Federación de Alcaldes de Puerto Rico, que otros municipios implementen esta política a consecuencia de la crisis fiscal. “Todo el mundo estaba esperando que alguien lo hiciera y ya yo lo hice”, sostuvo Molina.
Por su parte, Rolando Ortiz, alcalde popular de Cayey y presidente de la Asociación de Alcaldes, comentó a Metro que la crisis de basura es porque el Gobierno central ha cortado alrededor de $25 millones en subsidios municipales. También sentenció que el dinero que se utilizará para el plebiscito del 11 de junio, al cual describió como “innecesario y no vinculante”, debería ser dirigido a las alcaldías.
En Cayey, de acuerdo con Ortiz, por el momento no se contempla cobrar por recoger la basura.
Asimismo, Antonio Ríos, director de la Autoridad de Desperdicios Sólidos, indicó que la agencia que encabeza no promueve que los municipios cobren por el servicio de recogido de basura, ni contempla un plan nacional para a estos fines.
Aclaró que esta acción es prerrogativa de cada alcalde, amparado en la Ley de Municipios Autónomos.