La presidenta interina de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Nivia Fernández dijo que anoche cuando un grupo de estudiantes irrumpió a la reunión de la Junta de Gobierno de la institución y presionó a gritos para que se firmara una declaración, ella temió por su seguridad.
“Yo temí por mi seguridad. Tuve que ser protegida por los oficiales de seguridad por la cercanía y el movimiento que había entre unas personas y otras, yo estoy frente a una mesa. La sala de presidencia es una sala, ellos estaban todos al frente y no había manera de que nosotros pudiésemos movernos hacia un área más segura. Es una situación que verdaderamente está muy comprometida. Está muy quebrantada. Ellos aluden que pidieron hacer una reunión de diálogo antes, pero irrumpieron en la reunión de un cuerpo rector cuando ya hemos estado reunidos con los sectores, ya esto se ha divulgado, y ellos pues, quieren usar estos medios de fuerza o de lucha o de resistencia —ellos tienen sus conceptos— para poder llevar este mensaje”, dijo la académica esta mañana en entrevista radial (NotiUno 630).
A la pregunta de por qué se mantuvo en silencio durante la más de media hora de la situación de tensión, Fernández sostuvo que la situación allí ocurrida no puede considerarse un escenario de diálogo. “Lo que pasa es que restringir de la libertad, romper ventanas, irrumpir en reuniones, eso no es un diálogo. Luego, las propuestas de ellos son unas propuestas que están fuera de nuestro control”, afirmó.
La presidenta interina de la UPR destacó que en la institución cuenta con una política de no confrontación, pero ella se ha visto involucrada en situaciones de riesgo desde que asumió el cargo. “Tenemos una política de convivencia, de no confrontación y desde que yo soy presidenta y visité la UPR en Ponce, también pasé por otra situación donde rodearon el vehículo y estuve más de dos horas rodeada”, agregó. Destacó que —en ambas ocasiones— la petición de diálogo llegó cuando ya estaba la situación comprometida.
Específicamente sobre el reclamo de ayer en Administración Central, Fernández apuntó a que desconocían quiénes componían el comité negociador con el que los manifestantes reclamaban acceso a la reunión.
La UPR enfrenta una petición de un plan fiscal con recortes que llegan a los $500 millones de forma acumulativa, al momento solo han podido identificar ajustes por poco más de $200 millones. Los estudiantes reclaman cero recortes.
