Un joven falleció al recibir un impacto en el cuello y dos manifestantes resultaron con graves quemaduras en el cuerpo cuando incendiaron una motocicleta de un militar al arreciar las protestas de hoy contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro y a su decisión de llamar a una constituyente para rescribir la carta fundamental.
Como ha sucedido a lo largo de las protestas de las últimas semanas, los agentes antimotines rellenaron de gases lacrimógenos, balas de goma y chorros a los manifestantes que marchaban, mientras que Maduro seguía adelante con su iniciativa al presentarla ante el Consejo Nacional Electoral.
Pero la paz distó mucho de estar en el horizonte y los disturbios volvieron a ser la tónica en un país que entró a su segundo mes de violentas protestas que han dejado hasta ahora al menos 35 muertos, centenares de heridos y más de un millar de detenidos.
Varios centenares de manifestantes, algunos con los rostros cubiertos con telas y máscaras, se enfrentaron por más de dos horas con piedras, bombas molotov, y objetos contundentes a un grupo de guardias nacionales que les lanzó gases y balas de goma para tratar de dispersarlos de una avenida de la barriada de Altamira, en el este de la ciudad.
En medio de esa refriega, al menos dos manifestantes resultaron con graves quemaduras en el cuerpo al incendiar una motocicleta de la guardia nacional, según constató The Associated Press en el lugar.
En tanto, en los municipios capitalinos de Chacao y Baruta las autoridades reportaron unos 140 afectados por golpes y asfixia. El primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, diputado Freddy Guevara y el congresista Julio Montoya también sufrieron heridas al ser golpeados por bombas lacrimógenas.
La violencia ha arreciado desde que el mandatario anunció que convocará a una Asamblea Constituyente para modificar la carta magna. Al menos cinco personas murieron desde el martes, con lo que se elevó a 35 el número de fallecidos en las últimas semanas.
“Ese proceso constituyente es una manera de tapar la situación y evitar que se hagan elecciones porque saben que todas las van a perder porque ya el pueblo no los quiere”, afirmó a la AP Jorge González, un arquitecto de 63 años, mientras levantaba un asta de aluminio de seis metros de alto de la que colgaba en un extremo una bandera venezolana de 24 metros cuadrados.
“Es demasiado duro ver morir a nuestros muchachos”, dijo entre llantos Eugenia Vélez, una laboratorista de 58 años, al detenerse frente a la imagen de una virgen colocada sobre una acera de la barriada de Altamira, al este de la ciudad, donde la semana pasada murió un joven en medio de una protesta.
Armando Cañizales, de 17 años, murió este miércoles durante una manifestación en el este de la capital tras recibir un impacto en el cuello que le produjo un “shock y un paro cardio respiratorio”, indicó en su cuenta de Twitter el alcalde del municipio capitalino de Baruta, Gerardo Blyde.
Otro joven de 21 años falleció la noche del martes de un disparo de arma de fuego en medio de un saqueo en la ciudad costera de Valencia, un motociclista de 28 años fue arrollado por un vehículo que intentaba esquivar una protesta en una autopista del este de Caracas y dos personas murieron cuando el autobús en el que viajaban volcó al intentar esquivar una barricada levantada por manifestantes en el estado de Carabobo.
Las muertes coincidieron con las manifestaciones en Caracas y otras ciudades en rechazo a la iniciativa de Maduro de redactar una constitución que reemplazará a la que en 1999 impulsó el fallecido presidente Hugo Chávez y que la oposición considera un “golpe de Estado”.
Para Maduro, con la nueva carta magna se busca ampliar el sistema judicial, promover nuevas formas de “democracia participativa” y garantizar la defensa de la soberanía e integridad de la nación.
El gobernante adelantó que la Asamblea Nacional Constituyente estaría integrada por 500 miembros, de los cuales la mitad serán elegidos por los gremios de trabajadores y las comunidades y el resto en estructuras territoriales que no precisó.
El dirigente y excandidato presidencial Henrique Capriles acusó la noche del martes a Maduro de utilizar el proceso constituyente para evitar los comicios y reiteró que la oposición seguirá en las calles hasta que se convoquen elecciones generales, se abra un canal humanitario para el ingreso de alimentos y medicinas, se libere a los presos políticos y se desarme a los grupos paramilitares.
En tanto, la iniciativa ha sido cuestionada por los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos.
Las manifestaciones contra el gobierno se iniciaron a fines de marzo tras dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia en las que asumió las competencias legislativas del Congreso y limitó la inmunidad de los diputados. Los dictámenes del máximo tribunal, señalado de estar controlado por el Ejecutivo, fueron revertidos pero las protestas no han cesado.
Hasta ahora las protestas han dejado más de 400 heridos y más de mil detenidos de los cuales 65 permanecen bajo arresto.
Venezuela enfrenta la tensión política en medio de una crisis económica con una desbordada inflación de tres dígitos y severos problemas de escasez de alimentos y medicinas.
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