Fletcher McClellan, profesor de Ciencias Políticas del Elizabethtown College de Pensilvania, ofreció a Metro sus impresiones sobre el anuncio realizado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El presidente dijo quetiene la necesidad de negociar un nuevo y “justo” trato que no deje a las empresas locales ni a los trabajadores estadounidenses en desventaja. Los oponentes de Trump han dicho que la movida significa la renuncia al liderazgo de Estados Unidos en este desafío global clave.
¿Por qué Trump tomó está decisión?
– Trump está cumpliendo una promesa de campaña: la de cancelar un acuerdo que según bajo su punto de vista cuesta muchos puestos de trabajo estadounidenses. A comienzos de año ya había sacado a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico. Y aunque muchos ejecutivos de empresas, medioambientalistas, líderes europeos, e incluso algunos miembros de su propia administración no apoyan la retirada, la decisión de Trump es popular entre la base conservadora republicana y entre la clase trabajadora estadounidense, que culpa a la globalización del decline económico del país.
¿Cómo afectará esto a la lucha contra el cambio climático?
– Estados Unidos es el mayor productor de dióxido de carbono del mundo, por lo que retirarse del Acuerdo de París podría reducir el efecto del acuerdo. Por otro lado, China, la India y gran parte de Europa occidental siguen comprometidos con el acuerdo. En Estados Unidos, muchos estados, ciudades y empresas privadas dicen que operarán como si la acción de Trump nunca hubiera sucedido.
¿Podría también afectar la relación de los Estados Unidos con otros países?
– Los oponentes de Trump en los Estados Unidos dicen que el país está perdiendo el liderazgo global hacia un futuro sin carbón. Junto con su anterior escepticismo hacia la utilidad de la Otan, el libre comercio y la inmigración, la acción de Trump hacia París es parte de su política del “America First”. Como los Estados Unidos afirma que sus intereses económicos nacionales están por sobre los internacionales, China, India, Europa occidental e incluso Rusia, sin duda, llenarán el vacío del liderazgo global.
¿Esta decisión le hará daño a Trump?
– Trump sigue siendo popular en su base política, que cree que está dándole la más alta prioridad a los empleos estadounidenses. Muchos republicanos son escépticos del clima por motivos religiosos y económicos. Y cabe señalar que el cambio climático es visto por la mayoría de los estadounidenses como un desafío nebuloso, a largo plazo y no una amenaza inmediata.
¿Qué podemos esperar de esta situación?
– El proceso de retirada de los Estados Unidos del Acuerdo de París no entrará en vigor plenamente hasta la elección presidencial de 2020, por lo que es incierto si Trump podrá llevar a cabo su decisión. El cambio climático se convertirá en otro tema que movilizará a los oponentes de Trump. Veremos en las elecciones intermedias del próximo año si los diversos movimientos de la llamada “resistencia” pueden convertirse en una poderosa fuerza electoral. Mientras tanto, Trump parece decidido a desmantelar programas y reglamentos federales destinados a proteger el medio ambiente. Aunque muchos republicanos apoyan su decisión sobre París, algunos pueden unirse a los demócratas para oponerse a una agenda extremista contra el medio ambiente.
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