El Gobierno estadounidense hizo ayer las primeras expresiones sobre el resultado del plebiscito en que la estadidad salió favorecida, aunque se registró una baja participación.
“La gente habló en Puerto Rico. Es algo que el Congreso tiene que abordar”, expresó el secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, en una rueda de prensa.
Añadió que este es un proceso que se “tiene que trabajar a través del Congreso”.
La expresión fue tomada con posturas encontradas, pues, mientras el Gobierno lo catalogó como uno de los primeros efectos, los grupos de oposición aseguran que es un pase de encargo al Congreso estadounidense.
El secretario de Asuntos Públicos y Política Pública de La Fortaleza, Ramón Rosario, declaró que “ahora es el turno del Congreso de Estados Unidos de tomar acción y atender el reclamo de los puertorriqueños. Tal y como adelantamos, la expresión democrática del pueblo en el plebiscito tiene peso, y esta misma semana Rosselló Nevares estará comunicando los resultados del plebiscito tanto al Congreso como la Casa Blanca”. Rosario Cortés agregó que el gobernador Rosselló Nevares “tiene el compromiso de hacer valer la voluntad y dignidad del pueblo de Puerto Rico luego de haberse expresado en las urnas”.
No obstante, el secretario del Partido Popular Democrático (PPD), Charlie Delgado Altieri, dijo a Metro que con la expresión de Spicer “pasó la papa caliente de este proceso no queriendo atenderlo la Casa Blanca y le refiere el asunto al Congreso. Vamos a ver qué va a hacer el Congreso a ver cómo van a atender el plebiscito. Tienen una expresión de 502,000 votos a favor de la estadidad y un 80 % del país que no participó”. Expuso que, aunque no ve ambiente en el Congreso para atender el tema del estatus del país, “el PPD estará presente en Washington defendiendo la otra cara de la moneda, defendiendo el proceso en que hubo un llamado del Partido Popular y una respuesta al boicot, y esa respuesta fue amplia”. Así también opinó el presidente de la colectividad, Héctor Ferrer, al establecer que la Casa Blanca “se zapateó” del plebiscito. “La posición de la Casa Blanca es la misma del Departamento de Justicia federal: desvincularse de los resultados de este plebiscito amañado”, dijo Ferrer.
Mientras, el representante del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Denis Márquez, reaccionó que “era lo que se esperaba de la Casa Blanca, que era lavarse las manos como Pilato. Enviarlo al Congreso es como enviarlo a los leones”. Detalló que, en la medida en que surja alguna acción del Congreso, el PIP evaluará el curso a seguir. “Entendemos que no va a pasar una gran cosa. No creo que vaya a haber una acción seria de parte del Congreso”, argumentó Márquez, al establecer que para que haya una acción se debe “provocar una crisis política desde Puerto Rico” y sostuvo que este plebiscito no tuvo ese efecto debido a que alrededor del 80 % de las personas no participaron y la estadidad sacó 300,000 votos menos que la consulta de estatus pasada.