Las autoridades británicas elevaron a 79 la cifra de muertos en el incendio de una torre de departamentos en Londres mientras Gran Bretaña guardó hoy un minuto de silencio en memoria de las víctimas.
El comandante policial Stuard Cundy informó sobre el nuevo estimado en una comparecencia ante la sede de Scotland Yard, elevando el cálculo anterior de 58 personas.
La cifra podría variar conforme avance la investigación, precisó el oficial. Las operaciones de búsqueda y recuperación continúan en la Grenfell Tower, de 24 plantas, un proceso que según dijo ha sido increíblemente duro para las familias. Las autoridades investigan si se produjo cualquier delito en relación con el fuego, señaló.
Las llamas arrasaron con el alto edificio el miércoles. Cundy dijo a los reporteros que la espantosa realidad es que posiblemente no será posible identificar a todas las víctimas.
Dos funcionarios dijeron ayer que el revestimiento exterior colocado en la remodelación del edificio podría ser ilegal, según la norma británica. Los expertos creen que los paneles, que contenían aislante, hicieron que las llamas se propagaran más rápido por el exterior del rascacielos. Algunos han dicho que nunca vieron un incendio avanzar tan rápidamente.
El ministro de Comercio, Greg Hands, dijo que el gobierno está llevando a cabo una inspección urgente de seguridad en casi 2,500 edificios similares que hay en toda Gran Bretaña. El legislador laborista de oposición David Lammy declaró que las autoridades deberán confiscar de inmediato todos los documentos relacionados con la renovación del edificio para impedir la destrucción de pruebas que puedan demostrar delitos penales.
El descontento ha crecido ante la escasa información sobre los desaparecidos y los problemas para encontrar alojamientos temporales para las personas que se quedaron sin casa.
La primera ministra, Theresa May, dijo que se enviará más ayuda al lugar para ayudar a los sobrevivientes y encontrar alojamiento alternativo tras la destrucción de la Grenfell Tower.
El domingo en la noche, la Policía Metropolitana difundió tres fotos del interior de la torre, que muestran en detalle cómo el fuego consumió el edificio de 120 apartamentos donde vivían unas 600 personas.
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