BOSTON (AP) — Se suponía que la pesadilla que representan los préstamos estudiantiles de Danielle Ramos tenía los días contados.
Igual que miles de personas que estudiaron en universidades privadas envueltas en un escándalo de fraude, el Departamento de Educación, bajo el gobierno de Barack Obama, le prometió que los préstamos estudiantiles federales serían perdonados. Pero eso no ha sucedido y esta mujer de 30 años teme que esa obligación económica la obligará a mudarse con su hijo de cuatro años de nuevo a la casa de sus padres.
“Soy una madre soltera, todo esto me asusta mucho”, dijo Ramos, de Farmingham, localidad cercana a Boston. “Hay mucha incertidumbre. Probablemente voy a tener que pedirle ayuda a mi familia y no me parece justo”.
Hay quienes dicen que el proceso para perdonar los préstamos se frenó un poco desde la asunción del presidente Donald Trump, generando inquietud entre algunos estudiantes, que temen verse forzados a cumplir con obligaciones muy exigentes. El Departamento de Educación, por su parte, no parece demasiado interesado en seguir adelante con la política de combatir el fraude en las instituciones educativas con fines de lucro.
Funcionarios del Departamento de Educación aseguran que siguen interesados en poner fin a los fraudes y que están tratando de poner en orden el papeleo heredado de la vieja administración.
Cuando Obama dejó la presidencia, 16,453 personas estaban a la espera de notificaciones formales de la condonación de las deudas, que ya habían sido aprobadas, y otras 64,000 iniciaron el trámite. Por meses, según activistas, pareció que ninguno de esos trámites estaba avanzando. Senadores demócratas pidieron información al Departamento de Educación en mayo, pero dicen que no recibieron nada.
El Departamento entregó el lunes a la Associated Press información según la cual 7,085 de las 16,453 solicitudes ya aprobadas habían sido procesadas, por un valor total de 92 millones de dólares. Otras 7,300 están en la etapa final de su procesamiento y serían completadas a corto plazo. Quedarían 2,000 que están siendo tramitadas.
La espera, no obstante, alarma a personas que a esta altura confiaban no tener compromiso alguno. Algunas han perdido sueldos y devoluciones de impuestos, que fueron confiscados por recaudadores de deudas impagas.
Ramos tomó prestados 15,000 dólares para cursar estudios en el American Career Institute, una cadena de instituciones con fines de lucro que cerró en el 2013. Había hecho nueve meses de la carrera de ayudante de médico. Ahora está matriculada en el MassBay Community College y se esfuerza por obtener un certificado como técnica para operaciones. Dice que no se le ha dicho nada sobre la condonación de la deuda y teme verse obligada a pagarla.
“No es justo que tenga que pagar la deuda cuando no me dieron la educación que buscaba”, se quejó.
El gobierno de Obama combatió agresivamente los centros de estudios privados que alentaban a los estudiantes a contraer pesadas deudas a partir de promesas imposibles de cumplir. Presionó a cadenas como Corinthian Colleges y ITT Technical Institue para que cerrasen y aprobó la condonación de al menos 655 millones de dólares en préstamos estudiantiles contraídos por alumnos de esas instituciones.
“Habían acelerado la aprobación de estas solicitudes” de condonación, dijo Pauline Abernathy, vicepresidenta ejecutiva del Institute For College Access and Success, agrupación sin fines de lucro que impulsa la causa de los estudiantes. Hasta la semana pasada, dijo Abernathy, no había evidencia alguna de que “se hubiese aprobado una sola solicitud bajo el nuevo gobierno”.
Si bien el gobierno dice que los trámites están avanzando, la senadora demócrata Elizabeth Warren sostiene que las demoras son inexplicables.
“El gobierno de Trump pisotea a gente que ya había sido pisoteada muchas veces”, afirmó en una entrevista. “Estudiantes que fueron engañados por instituciones rapaces no deberían tener que esperar un solo día más para que les condonen sus préstamos”.
Algunos estudiantes llevan más de un año esperando.
Sarah Dieffenbacher dice que solicitó la condonación en marzo del 2015 tras sacar en total 50.000 dólares en préstamos para estudiar en el Corinthian College de Ontario, California. Entró en mora y un recaudador de deudas impagas está tratando de quedarse con su sueldo. El 9 de junio un juez federal conminó al Departamento de Educación a resolver su caso en un plazo máximo de 90 días.
El 14 de junio la secretaria de Educación Betsy de Vos fue muy criticada al anunciar que se modificarían las reglas de la era de Obama que buscaban acelerar los trámites. Lo justificó diciendo que se había instaurado un “proceso confuso que es injusto para los estudiantes y las escuelas”.
Una portavoz del Departamento de Educación dijo que los 64.000 casos pendientes serán evaluados usando las nuevas normas, que entrarían en vigor en julio.