Stanislav Kuptsov, MWN
En un pueblo ruso llamado Krylovo, hombres y mujeres lanzan estiércol de vaca lo mas lejos posible. Sergei Kozlov, un participante constante del torneo anual, logró convertirse en medallista de plata y establecer un nuevo récord por lograr los mejores tres lugares durante los últimos cinco años.
Su esposa Irina estaba allí para apoyar a Kozlov e incluso lanzó algunos excrementos de vaca, aunque nunca había hecho algo así anteriormente.
“El torneo siempre pasa con un sentido del humor”, dijo a Metro Nelly Kozlova, madre del vicecampeón de este año. “Creo que en esas competiciones la suerte es importante y, por supuesto, la fuerza. A veces el estiércol no vuela donde debería, sino hacia los espectadores o a veces se rompe en el aire.”
Esta vez, la competencia se realizó mientras estaba lloviendo. Así que hubo temor de que los excrementos se humedecieran y no fueran aptos para lanzar.
“Los organizadores lo han resuelto de antemano. El estiércol fue almacenado en contenedores especiales”, explicó Sergei Kozlov. “¿Cuál es el secreto de mi éxito? Participo en el torneo desde 2012 y tengo todos los premios posibles. ¡Creo que lo más importante es establecer una meta y superar obstáculos!”
La esposa de Sergei no distrajo al lanzador experimentado y cuando era necesario lanzar estiércol de vaca muy lejos, su mano estaba firme. Irina sólo inspiró a Sergei para hacer un buen intento.
“Su presencia me dio confianza”, aseguró Sergei. “Perdí porque el oponente vio mi resultado, y logró superarlo. Quizás tuvo suerte. La próxima vez si tiro, lo haré de último”.
Le preguntamos si Sergei había salvado el estiércol que le trajo una medalla de oro, pero resultó que se rompió.
La esposa del vicecampeón recuerda el torneo con una sonrisa:
“No me preparé. Mi marido dijo “ve y pruébalo,” ¡así que decidí hacerlo! Probablemente sólo tuve suerte. Sergei no se preparó tampoco, ¡pero él ya ha ganado todas las medallas! La lluvia era muy pesada este año, por lo que hubo menos participantes”.
Alexander Evdokimov ganó el torneo. Incluso estableció un récord al tirar el estiércol a una distancia de 52 metros. Entre mujeres, Elena Galkina pudo lanzarlo a 28 metros. Los ganadores recibieron medallas, premios valiosos, una botella de champán y… excrementos en una bolsa de celofán.