Como quien renta una casa de forma temporera y cambia las llaves de las cerraduras, el doctor Darrel Hillman, presidente interino de la Universidad de Puerto Rico (UPR), destituyó ayer de sus puestos a siete rectores interinos de la institución y tres que habían sido nombrados en propiedad con efecto inmediato.
Hillman fue nombrado presidente interino con los votos de los miembros de la Junta de Gobierno de la UPR nombrados por el gobernador Ricardo Rosselló, quienes no tuvieron que ser confirmados por el Senado dado que la Asamblea Legislativa está en receso.
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A medida que avanzó el día, recibieron la misiva Carmen Skerrett, de la UPR-Bayamón; José Manuel Encarnación, de la UPR-Humacao; Doris Torres, de la UPR-Ponce; Herminia Alemañy, de la UPR-Aguadilla; Raquel Vargas, de la UPR-Utuado; Moisés Orengo, de la UPR-Carolina; Mario Medina de la UPR-Cayey; Sylka V. Torres, de la UPR-Arecibo; Ramón González, del Recinto de Ciencias Médicas, y John Fernández Van Cleve, del Recinto de Mayagüez. El Recinto de Río Piedras no cuenta con un rector interino ni en propiedad, por lo que no recibió la carta.
No son nuevos los cambios en las posiciones de liderazgo administrativo en la UPR con cada nueva administración en el Gobierno de Puerto Rico. En esta ocasión, sin embargo, los cambios contrastan con el discurso de respeto a la autonomía universitaria que la administración del gobernador Rosselló predicó los primeros meses de su mandato, apuntó el analista político, exsenador popular y profesor universitario, Ángel Rosa.
“Hasta aquí llega el discurso de que se respeta la autonomía universitaria y de que no hay intervención política con la Universidad, ese discurso duró mientras la gerencia de la Universidad estaba controlada por funcionarios nombrados en la pasada administración y mientras eso le era útil al plan político del PNP para desarticular la Universidad”, afirmó Rosa.
Las destituciones surgen en medio de reuniones decisivas sobre el presupuesto de la UPR para el año fiscal 2018, que aún no ha sido aprobado y cuyas asignaciones podrían cambiar una vez la Junta de Gobierno con sus nuevos miembros analicen el contenido.
“Lo que ha sucedido es el descabezamiento y sustitución de una clase política en la dirigencia de la UPR por otra”, dijo Rosa. “Es evidente que el presidente interino y la nueva Junta de Gobierno vienen con las instrucciones de sustituir la gerencia de la UPR por simpatizantes del PNP, personas aliadas a ese partido y al gobierno de turno, y eso, aunque ha ocurrido repetidamente en una y otra administración en el pasado, es lo que tiene a la Universidad donde está y es la razón principal para la inestabilidad institucional que viene sufriendo por décadas”, agregó.
Denuncian proceso atropellado e impacto a la gobernanza de la UPR
Pese a que en la estructura burocrática de la UPR está claro que la posición de rector es una de confianza que está sujeta al cambio de administración universitaria y por consiguiente, gubernamental, el ya exrector interino de la UPR en Carolina, Moisés Orengo, denunció un proceso “atropellado” de cambio en las posiciones de rectores.
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“La posición de rector es una de confianza, por lo tanto es de libre remoción y libre selección, yo respeto la determinación del presidente interino de reorganizar su equipo de trabajo para tener las personas de su confianza en las posiciones de liderato académico administrativo”, dijo Orengo.
Sin embargo, enfatizó en que “los estilos universitarios son diferentes a estos de recibir una comunicación a las 4:30 de la tarde, donde la posición se declara vacante inmediatamente, no hay ningún proceso de transición, no hay ninguna deferencia a pos procesos universitarios de orden dentro de la Universidad. Reconozco esa autoridad que tiene el presidente pero no puedo avalar el estilo atropellado y no universitario que ha utilizado para esa acción”.
Por su parte, la exrectora interina de la UPR en Aguadilla, la doctora Herminia Alemañy Valdez, reconoció el daño que hace a la UPR el constante cambio de las personas en los cargos o posiciones de liderazgo en la institución académica, cada vez que hay un cambio de administración gubernamental y, por consiguiente, en la administración de la UPR.
“En mi carácter personal, no me extraña porque ya estábamos pendiente a que en algún momento esto pudiera pasar. Yo lo entiendo, hay un cambio de administración y escogen su personal de confianza, que no necesariamente tengo que ser. Estamos tan acostumbrados en la UPR a que eso suceda”, apuntó Alemañy.
“El constante cambio nos ha afectado, nos ha perjudicado, porque se ha puesto en evidencia la falta de gobernanza que es lo que nos señala Middle States (Middle States Commission on Higher Education) y no permite que se concluyan trabajos, pero esa es ya la idiosincracia de la UPR, que lamentablemente está bien contaminada, afectada con elementos externos y por más que uno trate de luchar contra eso, es bien difícil poder erradicar ese mal”, añadió.