El nuevo director de comunicación de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, admitió hoy que hay “un problema de comunicación” en su equipo y que hay que hacer cambios en esa estrategia, y prometió tomar “medidas drásticas” para detener las filtraciones de información comprometedora a medios de prensa.
Scaramucci, un financiero de Wall Street sin experiencia en estrategias de comunicación y cuyo nombramiento este viernes provocó la dimisión del portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, analizó la tumultuosa relación entre el Gobierno de Donald Trump y la prensa en varias entrevistas televisivas.
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“Obviamente hay un problema de comunicación, porque hay muchas cosas que hemos hecho, como órdenes ejecutivas, leyes firmadas, avances económicos (que no se cuentan bien)”, dijo Scaramucci en una entrevista con la cadena CNN.
“Creo que tenemos que formular los mensajes de una forma un poco distinta que hasta ahora”, agregó.
Scaramucci opinó que debería volver a permitirse el acceso regular de las cámaras a las conferencias de prensa de la Casa Blanca, aunque advirtió que esa decisión dependerá del propio Trump, y “si él no quiere, no se van a permitir las cámaras”.
Trump ha arremetido contra las múltiples filtraciones a la prensa de información comprometida sobre su Gobierno, y Scaramucci se comprometió a tomar “medidas drásticas” contra ese fenómeno y “cambiar la cultura” en la Casa Blanca al respecto.
“Si se quieren quedar aquí, el personal (de la Casa Blanca) va a tener que dejar de filtrar información, y si van a seguir filtrando, voy a despedir a todo el mundo”, alertó Scaramucci en declaraciones a la cadena CBS News.
En una tercera entrevista con Fox News, Scaramucci opinó que filtrar información a la prensa sin autorización clara “no es justo para el presidente, ni para Estados Unidos”, y que hará lo posible por arreglar “lo que está ocurriendo en la Casa Blanca”.