CARACAS – Un improvisado altar en medio de un túnel repleto de rosarios, estampas de vírgenes, velas y algunos guantes industriales, rodea el lugar donde hace casi dos meses cayó uno de los jóvenes manifestantes de las protestas antigubernamentales que han estremecido a Venezuela por más cien días.
La muerte de Neomar Lander, un chico de origen humilde de 17 años que combatió a las fuerzas de seguridad con un yeso en su pierna derecha, conmovió a muchos de sus compañeros y se convirtió en uno de los íconos de las protestas que ya dejan 103 fallecidos, en su mayoría menores de 30 años.
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La mayoría de las muertes reportadas desde que comenzaron las protestas contra el gobierno en abril son de jóvenes asesinados por disparos. El conteo también incluye a saqueadores, policías supuestamente atacados por manifestantes y civiles muertos en accidentes relacionados con los bloqueos de carretera levantados durante las manifestaciones.
El número de muertos ha sido altamente politizado, con la oposición y otras agencias gubernamentales tratando de culpar al otro por los fallecimientos.
Las protestas comenzaron por las acciones del gobierno del presidente Nicolás Maduro para consolidar su poder sobre la Asamblea Nacional, controlada por la oposición. La creciente muerte de manifestantes se ha convertido en una fuente de indignación para los jóvenes que casi a diario se enfrentan con piedras, bombas molotov y otros objetos contundentes a policías y guardias nacionales, que intentan dispersarlos con gases lacrimógenos y balas de goma.
“Los que han caído luchando contra la represión nos motivan a seguir luchando”, dijo Sandra Fernández, una universitaria de 21 años.
La creciente espiral de violencia ha dejado al descubierto la profundidad de una crisis que despierta preocupación en la comunidad internacional ante el riesgo de que pueda desbordarse y generar más muertes.
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El jueves se cumplió el segundo día de una huelga de 48 horas impulsada por opositores en medio de disturbios que se cobraron la vida de seis personas, según la fiscalía general del país.
Maduro no da paso atrás en su plan para una asamblea constituyente, cuyos miembros se escogerán el domingo a pesar de las mortíferas protestas en las calles en contra del proceso y de llamados de gobiernos extranjeros para que se frene esa iniciativa, que incluyeron la advertencia de serias sanciones económicas por parte de Estados Unidos.
La muerte de Lander aún está en fase de investigación, como la mayoría de los casos registrados durante las protestas, según la fiscalía.
Maduro responsabilizó el jueves a la oposición del centenar de muertes y los saqueos de varios miles de comercios que han dejado las protestas.
La fiscalía ha dado poca información sobre las muertes en los disturbios, pero al menos 44 serían personas que se cree recibieron un tiro mientras participaban en protestas. Muchas se atribuyen a bandas armadas de seguidores del gobierno que se desplazan en motociclistas, conocidos como colectivos, que a menudo disparan indiscriminadamente contra los manifestantes mientras la policía y los guardias nacionales están a su lado.
“El nivel de impunidad es extremadamente alto y eso continúa en una situación como esta”, dijo David Smilde, experto de la Universidad Tulane en Venezuela. “Si nos fijamos en la violencia, parecería que esta vez la mayor parte proviene de las fuerzas progubernamentales, ya sea la Guardia Nacional y la policía o colectivos que están alineados con el gobierno”.
La policía y los guardias nacionales están acusados ??de utilizar una fuerza excesiva pero han usado armas no letales, una táctica que ha mantenido las muertes por protestas relativamente bajas en comparación con el nivel general de violencia del país. Venezuela tiene una de las tasas de homicidios más altas del mundo, con 70,1 por cada 100.000 habitantes el año pasado, según registros de la Fiscalía General.
Se han realizado relativamente pocos arrestos: en sólo 21 de los casos se detuvo a un sospechoso o se dictaron órdenes de aprehensión. En casi la mitad, se arrestó a un policía u oficial de la Guardia Nacional.
Lander murió por una herida mortal en el pecho cuando se enfrentaba a las fuerzas de seguridad en medio del túnel que hoy lleva su nombre.
“No sé qué hizo este muchacho pero cautivó, se ganó el corazón de toda Venezuela y de muchas personas en el exterior”, dijo su madre, Zugeimar Armas, con los ojos llenos de lágrimas durante una manifestación reciente, luego de que una anciana le colgó un rosario al cuello y la bendijo.