El nuevo paquete de sanciones que firmó ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en contra de Rusia, ha sido el último bloque caído sobre la ya pesada relación entre ambos países.
“Nuestra relación con Rusia está en su punto más bajo de todos los tiempos y muy peligrosa. Le pueden agradecer al Congreso, la misma gente que ni siquiera puede darnos HCare!”, escribió Trump, perceptiblemente molesto, en su cuenta de Twitter.
El presidente, además de reclamarle al Congreso por no tener aún una nueva ley de salud que sustituya el Obamacare, lanzó la culpa a los legisladores por el deterioro de la relación.
Trump ha mostrado desde antes de asumir la presidencia su deseo de mejorar las relaciones bilaterales Rusia.
Sin cámaras de televisión, el mandatario firmó ayer el nuevo paquete de sanciones casi en contra de su voluntad, luego de que la ley fuera aprobada la pasada semana por abrumadora mayoría bipartidista en el Congreso, por la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016, que aún se investiga.
Como parte de esa pesquisa, también se investiga si algún miembro de la campaña presidencial de Trump colaboró con el Kremlin durante dicho proceso electoral.
Las sanciones afectan a la industria petrolera y minera de Rusia y también penaliza a Moscú por su actividad militar en el este de Ucrania y su anexión de Crimea en 2014.
Además, la ley busca castigar a ciudadanos rusos implicados en violaciones de derechos humanos, responsables de ciberataques e individuos que hayan suministrado armas al Gobierno de Siria.
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