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Gobierno de Venezuela frustra “ataque” contra fuerte militar

Altos funcionarios del gobierno de Venezuela aseguraron el domingo que las fuerzas armadas frustraron un “ataque” de “paramilitares” contra el fuerte militar de Valencia, uno de los más grandes del país, que dejó dos fallecidos, un herido y siete detenidos.

El presidente Nicolás Maduro confirmó que unos “veinte mercenarios”, en su mayoría civiles, ingresaron a las 3:50 de la mañana al fuerte militar Paramacay de la ciudad central de Valencia, estado Carabobo, y se dirigieron a los parques de armas de la instalación militar.

Durante su programa dominical que difunde la televisión estatal, Maduro señaló que los enfrentamientos que se extendieron por tres horas entre las fuerzas leales al gobierno y los atacantes dejaron como saldo dos atacantes fallecidos, un herido y siete detenidos, uno de ellos un “teniente desertor”, que ya estaría colaborando con las autoridades.

El gobernante reveló que los siete civiles detenidos indicaron que fueron traídos de la capital venezolana y los estados occidentales de Zulia y Yaracuy. “Les pagaron para traerlos a esta aventura”, agregó, sin ofrecer más detalles.

Maduro dijo que otros 10 atacantes restantes con parte armamento de la instalación militar y tuvieron el apoyo de un teniente que está siendo buscado.

El mandatario también se refirió a un vídeo que fue difundido en las redes sociales, y reveló que en esa grabación aparece un ex oficial que, aseguró, es un “desertor” desde 2014 y que ha vivido en Miami.

El jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, almirante Remigio Cedeño, informó que en el fuerte se registró un ataque al que calificó de “terrorista”.

Acompañado de centenares de uniformados, el comandante del Ejército, mayor general Jesús Suárez Chourio, anunció que “fueron derrotados” unos presuntos “paramilitares” que asaltaron la instalación militar.

La fuerza armada aseguró en un comunicado difundido por medios locales que el ataque fue ejecutado por un “grupo de delincuentes civiles portando prendas militares” y “un primer teniente en situación de deserción”, quien ya fue arrestado. En relación al video, que difundió el supuesto grupo rebelde, se señala que fue grabado por un “oficial subalterno” que hace tres años fue retirado por los presuntos delitos de “traición a la patria” y “rebelión”, y que huyó a Estados Unidos.

En el escrito también se refiere que las personas detenidas por el incidente confesaron que fueron contratadas en los estados occidentales del Zulia, Lara y Yaracuy por “activistas de la extrema derecha venezolana, en conexión con gobiernos extranjeros”.

“El ataque terrorista de hoy no es más que un show propagandístico, una entelequia, un paso desesperado que forma parte de los planes desestabilizadores”, agrega el comunicado firmado por el ministro de la Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López.

A comienzo de la mañana se escucharon intensos intercambios de disparos dentro del fuerte militar, constató The Associated Press.

A las afueras del fuerte Paramacay se apostaron dos tanquetas de la Guardia Nacional y varias decenas de miembros de ese cuerpo, con escudos y otros equipos antimotines, para resguardar los alrededores.

Unos dos centenares de manifestantes, levantando sus brazos y cantando el himno nacional, se aglomeraron a las afueras de la base militar para expresar su apoyo a los supuestos militares rebeldes, indicó a la AP el activista Juan Francisco Abreu, quien se encontraba en el lugar. Varias decenas de guardias nacionales llegaron al lugar y comenzaron a lanzar gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que aún seguían en los alrededores del fuerte el domingo por la tarde.

En medio de una manifestación callejera en Valencia fue herido mortalmente por un disparo Ramón Rivas, coordinador de organización del partido Avanzada Progresista, confirmó a la AP Haydee Franco, secretaria de organización de la referida organización.

Rivas, de 50 años, murió tras recibir un disparo por la espalda, y llegó sin signos vitales a una clínica de esa ciudad, precisó Franco.

En un comunicado, la coalición de la Mesa de la Unidad Democrática exigió a Maduro una explicación del evento que se registró en la instalación militar.

“A falta de una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido en el Fuerte Paramacay, insistimos en que el empeño de Nicolás Maduro y el pequeño grupo que lo acompaña de ejercer dictatorialmente el poder, refleja la división y el quiebre institucional que también ocurre dentro de la Fuerza Armada”, agregó el escrito.

El incidente ocurrido en la instalación militar se dio un día después que la Asamblea Constituyente destituyó a la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, por su “inactividad manifiesta conforme a los índices delictivos”, lo que colocó al país “en situación de vulnerabilidad en su combate contra la violencia delictiva y la violencia con fines políticos”. La asamblea _integrada por miembros del oficialismo_ nombró como nuevo fiscal general a Tarek William Saab, defensor del pueblo.

“Desconozco la ilegal remoción que me hizo la ilegítima Constituyente”, dijo Ortega Díaz el domingo durante un foro en una universidad capitalina, donde reiteró que seguía siendo la fiscal general. Afirmó que Venezuela enfrenta una difícil situación y que hay un “desgobierno”.

“Se han cerrado todos los caminos”, sostuvo Ortega Díaz, al reconocer que se han cerrado las vías electorales, democráticas y de diálogo en el país suramericano.

Maduro defendió las acciones de la Asamblea Constituyente y dijo que estuvieron “apegadas a la constitución” y a su “poder originario”.

“Constituyente nació y arrancó en forma”, expresó el gobernante al referirse a la decisión que tomaron la víspera los constituyentes de destituir a la fiscal general y reestructurar el Ministerio Público.

Maduro dijo que una “Comisión de la Verdad” creada por la nueva y poderosa Asamblea Constituyente garantizará que los responsables de la actual ola de disturbios enfrenten la justicia. Acotó que la Constituyente también tiene previsto en breve crear una ley contra el “odio, la intolerancia y el fascismo” que castigaría de manera inmediata a los responsables de esos actos.

El gobernante suele llamar fascistas a los líderes de la oposición.

Además anunció que cedió a la Asamblea Constituyente la Casa Amarilla, una edificación de estructura neoclásica que desde 1912 es la sede la Cancillería, en el centro histórico de Caracas y dos teatros cercanos para que instale allí sus oficinas. Esos son los primeros “espacios que vamos a ir entregando a la Constituyente”.

No quedó claro si esta decisión va encaminada a evitar una eventual disputa entre la recién instalada Asamblea Constituyente y el congreso, dominado por la oposición, por el control y el uso de los espacios de la sede del Palacio Legislativo.

De igual forma, Maduro rechazó los cuestionamientos internacionales que han surgido a raíz de la instalación de la Asamblea Constituyente el pasado viernes, y planteó que los mandatarios que han hecho las críticas son una “cuerda de incapaces que gobiernan y destruyen países América”.

Más de veintena de países, entre ellos Estados Unidos, han objetado la Asamblea Constituyente y la destitución de la fiscal general. Washington amenazó con aplicar sanciones económicas contra Venezuela si seguía adelante con el proceso para reescribir la constitución.

La situación irregular ocurre en medio de una tensión política generada por fuertes protestas antigubernamentales que comenzaron hace cuatro meses y que han dejado al menos 122 muertos, casi 2.000 heridos y más de 500 detenidos.

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