SEATTLE — Los manifestantes que condenaron el odio y el racismo en actos en distintos lugares de Estados Unidos dijeron el domingo que se habían visto obligados a reunirse y hacer frente a la marcha supremacista blanca en Virginia que derivó en violencia y terminó con varios muertos.
Los actos del domingo fueron desde protestas antifascistas en San Francisco a una marcha hasta la casa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Nueva York.
En Seattle, la policía detuvo a tres hombres cuando partidarios de Trump y antimanifestantes se encontraron en el centro de la ciudad.
En Denver, cientos de personas se congregaron bajo una estatua del reverendo Martin Luther King Jr. en el City Park y marcharon unos 3,22 kilómetros (2 millas) al capitolio estatal.
En Nueva York, los asistentes caminaron desde varios puntos en Manhattan hasta la Trump Tower, exigiendo que el presidente condenara a grupos nacionalistas blancos.
Una multitud se reunió para una vigilia en Charlottesville, Virginia, en la calle donde había muerto una persona el día anterior cuando un coche embistió contra una protesta pacífica contraria a los nacionalistas blancos.