El hombre, llamado Alí Husein, fue conducido a la plaza Tahrir, situada en el centro de la ciudad, donde murió por los disparos de la policía y frente a una multitud que se había congregado para presenciar la ejecución.
Posteriormente, el cadáver de Alí Husein fue crucificado durante media hora en medio de una muchedumbre que gritaba: “Viva la justicia”. Hace dos semanas, las autoridades ejecutaron a otro hombre, acusado de violar y matar a una menor de tres años, fusilándole en una plaza pública de la ciudad, lo que fue la primera ejecución llevada a cabo en la capital yemení desde 2014 y la primera de un violador de menores en un lugar público desde 2009. EFE