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Dos compañías estadounidenses construirán el tren bala de Texas

La empresa promotora del tren bala de Texas, que unirá las ciudades de Dallas y Houston en un trayecto de una hora y media a partir de 2023, anunció hoy que dos compañías estadounidenses serán las encargadas del diseño y la construcción de ferrocarril.

Fluor Enterprises, de Irving (Texas), y Lane Construction Corporation, basada en Connecticut, fueron las escogidas para asumir la operación de la línea de tren de pasajeros de alta velocidad, anunció hoy Texas Central Partners, la compañía impulsora de un proyecto valorado en más de $12,000 millones.

La elección de estas dos empresas llega tres años después del inicio de este plan, que será financiado por inversionistas privados después de que Texas Central se comprometiera a no buscar dinero público.

El tren alcanzará los 330 kilómetros por hora para lograr que un recorrido de 385 kilómetros que habitualmente toma cerca de cuatro horas por carretera se realice en únicamente 90 minutos.

Según Texas Central, los sistemas de funcionamiento y tecnología de este nuevo transporte estarán basados en los del tren bala que une las ciudades japonesas de Tokio y Osaka, con la finalidad de garantizar la seguridad de los usuarios y la rapidez del servicio.

La construcción de este tren bala significará la creación de 10,000 puestos de empleo por año -se prevé que se construya desde finales de 2018 hasta 2023- y unos mil empleos permanentes.

Las compañías, ambas con décadas de experiencia en sus respectivos campos de ingeniería y construcción, fueron elegidas en parte debido a sus vínculos con proyectos de Texas, dijo el presidente de Texas Central, Carlos Aguilar, en un comunicado.

De hecho, ambas empresas han trabajado en el diseño y la construcción de autopistas y transporte público en el estado sureño.

Lane Construction es una filial de la italiana Salini Impregilo, que ha construido sistemas ferroviarios en Italia, Dinamarca y Oriente Medio, según su propio sitio web.

A pesar de que este anuncio supone un paso adelante, Texas Central está a la espera de un proceso ambiental federal necesario para proceder con la siguiente fase.

La compañía también sigue enfrentándose a la oposición, especialmente en las zonas rurales de Texas, dónde algunos terratenientes se mantienen firmes en no vender sus tierras, y los funcionarios electos locales han dicho que el proyecto ofrece “poco beneficio”.

Las áreas urbanas de Dallas-Fort Worth y de Houston son la sexta y séptima más pobladas de EE.UU. con 5.1 y 4.9 millones de habitantes respectivamente.

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