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Claudio Bravo es un chileno residente en Barcelona que el 7 de abril pasado envió un tuit dirigido a la alcaldesa Ada Colau pidiendo poner más seguridad en La Rambla. Hoy, ve con “pena y mucha rabia” la situación en la ciudad luego de que una furgoneta atropellara a decenas de personas en el centro turístico catalán. “Cada vez que pasaba por allí pensaba en lo fácil que era meterse en camión o en auto y matar a decenas. Así que hace 4 meses le envié un tweet a la alcaldesa”, cuenta a Metro.
“Yo entiendo que es casi imposible impedir que se cometan atentados terroristas porque ellos se buscan la forma y son lo más creativos posible. Pero al menos las autoridades tienen que ponérselo difícil y en este caso no ha sido así. lo han puesto fácil, porque era evidente que La Rambla, que es una calle por la que transitan más de un millón de personas al día, y era lógico y obvio que en un momento si era accesible a a través de autos iban a atentar por ahí. No costaba nada poner unos pilones, lo que sea, para impedir el paso de los autos. Por eso te digo que envié el tuit porque era obvio, era lógico y era cuestión de tiempo para que pasara. Y no fue capaz de responder ni de tomar medidas. por último que no me responda, pero que tome las medidas necesarias. Entonces me da mucha impotencia y mucha rabia que haya pasado”, explica el también periodista.
En su timeline en su cuenta de Twitter @claudiobravo ya no aparece el historial del posteo, ya que “lo borré porque la gente empezó a insultarme y a decirme que no era el momento para pedir responsabilidades… la gente tiene razón, no es el momento de eso si no de apoyar a las familias”. “Me insultaron y me dijeron de todo”, explicó a Metro sobre las imágenes que tomó de los posteos antes de sacarlos de su historial ante las críticas. “Se hizo viral en nada y me insultaban y me decían de todo. Así que paso”, agregó.
Dos hombres en la desolada zona luego del ataque. / Getty Images
“Me da miedo salir”
Valerie Dinev, que se encontraba en su trabajo a ocho cuadras de la Plaza Catalunya, contó a Metro que se enteró por redes sociales de los sucedido: “Un amigo me escribió para ver si estaba bien. Mi jefa que había salido a las 4:30 p.m. de la oficina y que toma el tren en la estación de Plaza Catalunya (a metros de Las Ramblas). Ella estaba a punto de entrar a la estación cuando vio a una estampida de gente. Entonces, se metió a la tienda de Desigual y recién salió de ahí a las 7 p.m”.
Valerie Dinev. / MWN
La empleada de una agencia inmobiliaria agregó que “felizmente, la oficina queda a dos cuadras de mi casa así que me vine caminando. Pero veías a todo el mundo en sus celulares, menos carros circulando… ahora me da miedo salir”.
“Ha sido un poco como de película”
Angie Sancho / MWN
Angie Sancho, por su parte, estaba en la estación de metro Plaza Catalunya a esa hora: “eran como las 5:20 o 25 y salgo del tren y me dirijo a la salida, cuando veo que están las rejas bajadas. Entonces pregunté a un hombre que estaba allí de vigilante y me informó de que no se podía salir porque había habido un accidente en el metro. Todos los que estábamos allí empezamos a mirar el celular y salía en los medios que se confirmaba que era un atentado: un hombre había arrollado con una camioneta a varias personas en tabla catalunya. Entonces entendimos porque nos habían encerrado”, relata.
“Entonces pregunté a un hombre que estaba allí de vigilante y me informó de que no se podía salir porque había habido un accidente en el metro. En eso que recibo un whatsapp de una amiga con la que había quedado, ella me decía que no saliera de la estación puesto que había habido un atentado. Todos los que estábamos allí empezamos a mirar el celular y salía en los medios que se confirmaba que era un atentado, un hombre había arrollado con una camioneta a varias personas en tabla catalunya. Entonces entendimos porque nos habían encerrado”, prosigue.
“Estábamos todos en la reja, cuando se acerca un mosso de escuadra (la policía que tenemos en cataluña) y nos pide que no nos acerquemos a la reja. Todos los bares de la estación cerraron y la gente decía que había un terrorista suelto. De repente veo que hay menos gente en la estación y veo que muchas personas se dirigían a la salida del otro extremo , así que tranquilamente voy para allí. pero en eso que me encuentro un policía que nos grita que corramos, así que cogí a una mujer mayor del brazo y salimos lo más rápido posible. Hay que decir que no paraba ningún tren en la estación, por lo que era la única salida. Nos sacaron por la salida que da a passeig de gracia, es la calle que conecta plaza Cataluña con Las Ramblas”
Angie explica que hubo tensión: “en la estación hubo un par de momentos, tensos pero por la desinformación. Más que nada por no saber exactamente qué es lo que pasaba, pero lo peor fue ya fuera. Cuando salimos estaban sacando a las personas de las tiendas y esos policías son los especialistas en terrorismo, van con chalecos y de color negro. Entonces mucha gente no subía y estaba todo como atascado, porque también hay que decir que había muchos extranjeros, que no entendían que estaba pasando, y el momento de máxima tensión fue allí. No sabíamos para donde ir, porque esperábamos otro ataque y la gente decía que era una furgoneta blanca y que había una segunda esperando para atentar. Algunos fuimos a la estación de Arc de Trionf otros se quedaron allí.
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Angie demoró tres horas en regresar a su casa gracias a que su hermana la pasó a buscar: “yo vivo a las afueras, así que estuvimos en retención un buen rato debido a los controles policiales. Ha sido un poco como de película” y agrega que “lo cierto es que es ahora, cuando me doy cuenta de lo que podría haberme pasado si hubiera salido de la estación un poco antes. Ahora ya no estoy tan nerviosa, aunque evidentemente el impacto sigue ahí… ver la cara de la gente de pánico… en mi propia ciudad… y darte cuenta de que estamos tan desprotegidos…”.