La tormenta tropical Harvey dejó hoy al menos cinco muertos en el área de Houston, donde viven 6,5 millones de personas, y provocó inundaciones sin precedentes que obligaron a los vecinos a subirse a los tejados de sus casas para salvar la vida.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) informó en su web de las cinco muertes en el área de Houston, donde decenas de helicópteros y lanchas tratan de abrirse paso entre las aguas para rescatar a quienes han quedado atrapados.
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Aunque el NWS habla de cinco fallecidos, la Oficina del Sheriff del condado de Harris, a la que pertenece Houston, solo pudo confirmar la muerte de una anciana que falleció durante la noche mientras conducía por las calles inundadas en el lado oeste de Houston.
El vehículo de la mujer, cuya identidad no fue revelada, se quedó atrapado en una zona con el nivel de agua “muy alto” y no pudo hacer nada para salir de él. La primera víctima del huracán fue un vecino de la pequeña ciudad de Rockport, donde el huracán Harvey tocó tierra el viernes con unos vientos de hasta 215 kilómetros por hora.
Mientras la lluvia y los tornados golpeaban esta noche a Houston, 1.000 personas tuvieron que ser rescatadas. En una rueda de prensa, el alcalde de Houston, Sylvester Turner, pidió a los vecinos que no colapsen el número de emergencias 911 y les aconsejo que, si el agua inunda sus hogares, suban directamente a los tejados de sus casas, en vez de refugiarse áticos, donde pueden quedar atrapados.
“Esta tormenta no romperá nuestros espíritu. Estamos en esto juntos y reconstruiremos (la ciudad) para que sea incluso mejor que antes del Huracán Harvey”, señaló Turner en Twitter.
Según informó el NWS, el agua podría llegar a alcanzar la cifra récord de 50 pulgadas de altura (1,27 metros) en algunas partes de Texas, mientras que en Houston es posible que las 30 pulgadas de alto (76 centímetros) que ya se están registrando lleguen hasta 40 (101,6 centímetros).
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Frente a esta situación, el gobernador de Texas (EE.UU.), Greg Abbott, anunció hoy el despliegue de 3.000 oficiales de la guardia nacional y estatal, una fuerza militar de reserva que suele movilizarse en catástrofes naturales y en situaciones de desorden público.
“Es malo y está yendo a peor”, reconoció en una entrevista en la cadena Fox Abbott, quien expresó su preocupación por los “miles de millones de dólares” que costarán las labores de reconstrucción.
Al respecto, el jefe de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), Brock Long, dijo a la CNN que Texas necesitará “durante años” la ayuda de su agencia para poder recuperarse del paso del huracán Harvey, que calificó como un “evento histórico” nunca visto.
“Un tormenta como esta nunca había sido vista antes en Estados Unidos”, subrayó Long. La tormenta ha provocado el cierre de los dos aeropuertos más importantes de Houston, el William P. Hobby y el Intercontinental George Bush, que dejaron cien vuelos cancelados.
En total, en todo EE.UU., más de 3.000 vuelos han sido suspendidos desde el viernes debido a la tormenta, según Flight Aware, un programa que sirve para rastrear el recorrido de los vuelos. Además, las grandes refinerías de petróleo y gas del Golfo de México, donde se refina el 45 % del “oro negro” de EE.UU., han interrumpido sus actividades y evacuado a buena parte de su personal, una circunstancia que podría provocar un incremento en el precio de la gasolina.
La petrolera Exxon Mobil anunció hoy el cierre de su segunda mayor refinería en EE.UU., ubicada en Baytown (Texas) y con capacidad para producir hasta 560.000 barriles de petróleo al día. En los últimos días, decenas de miles de personas abandonaron sus casas en la costa de Texas y huyeron hacia el interior siguiendo las órdenes de las autoridades, aunque hubo quien decidió quedarse.
Para ofrecerles refugio, la Cruz Roja ha abierto 35 albergues en Texas y Luisiana, estado que también sufre los efectos de la tormenta. Harvey tocó tierra en la pequeña ciudad de Rockport (Texas) como huracán el viernes sobre las 22.00 hora local (03.00 GMT del sábado) con unos vientos de 215 kilómetros por hora y con una potencia de categoría 4 en la escala de intensidad de Saffir-Simpson, de un máximo de 5.