El presidente Donald Trump hizo mención hoy de la conmutación de sentencia que le dio su libertad al puertorriqueño Óscar López Rivera como un ejemplo de indultos controvertibles de sus predecesores, al tiempo que defendió el indulto que concedió hace unos días al exalguacil Joe Arpaio, quien estaba en espera de ser sentenciado por desacato en un caso de discriminación racial.
“El presidente Obama conmutó la sentencia de Oscar López Rivera, quien cumplía por ser parte de un grupo violento pro independencia de Puerto Rico, responsables de poner bombas en 28 lugares en Chicago y de muchas muertes en los 70 y en los 80. El alguacil Joe es un patriota, el alguacil Joe ama nuestro país, el alguacil Joe protege nuestras fronteras y el alguacil Joe fue maltratado por la administración Obama”, dijo Trump hoy en una conferencia de prensa al ser cuestionado sobre el controvertible indulto a Arpaio. López Rivera retomó su libertad a mediados de mayo pasado.
Arpaio fue alguacil del condado de Maricopa (Arizona) -que incluye Phoenix- entre 1993 y 2017, 24 años en los que se hizo famoso en todo el mundo por su mano dura con los inmigrantes indocumentados y por las severas condiciones en la cárcel bajo su jurisdicción.
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El caso criminal de Arpaio se remonta casi una década atrás, cuando el Departamento de Justicia inició una investigación en su contra por violar los derechos civiles de los latinos a raíz de las numerosas quejas por lo que sucedía en Arizona. Trump lo indultó el pasado fin de semana. Días antes había dejado ver que indultaría a Arpaio. Ante las críticas, además de usar el ejemplo de López Rivera, criticó el indulto a Chelsea Manning y otros indultos de la época de Bill Clinton. Habló de indultos a “peligrosos criminales y narcotraficantes”.
Las expresiones de Trump surgieron en una conferencia de prensa conjunta con el presidente de Finlandia, Sauli Väinämö Niinistö.
En el caso de Arpio, de acuerdo con la investigación, los agentes a las órdenes de Arpaio paraban a conductores solo por su aspecto racial, detenían a personas por la mera sospecha de que fueran indocumentados y los entregaban a las autoridades migratorias.
En 2011, la Justicia ordenó a Arpaio que abandonase su estrategia de detener a gente por razones raciales, pero el polémico exsheriff siguió con sus tácticas.
Por desobedecer las órdenes de la Justicia, una jueza abrió en 2015 un caso en su contra del que fue hallado culpable en julio y del que estaba ahora a la espera de condena, que podía ser de hasta seis meses de cárcel.
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Trump había mostrado su admiración por Arpaio por su mano dura contra la inmigración, mientras que el exsheriff de Maricopa fue de los primeros en apoyar la candidatura presidencial del multimillonario neoyorquino.
Entre sus polémicas decisiones está la creación de la “Ciudad de las Carpas”, una cárcel donde los reos cumplen sus condenas al aire libre y soportan las extremas temperaturas del desierto de Arizona.
Arpaio se había convertido en un símbolo en la lucha contra la inmigración irregular.
Con información de EFE