El huracán Irma se calificó como categoría cinco con vientos sostenidos de 175 millas por hora. Meteorólogos, como Ada Monzón, hablan de un sistema catastrófico que Puerto Rico no ha visto en décadas. De hecho, Monzón dice que lo más cercano a Irma que Puerto Rico conoce sería el huracán San Felipe. Revisemos un poco lo que fue San Felipe para Puerto Rico.
Según documentos de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias, los vientos más fuertes registrados en Puerto Rico fueron de 160 millas por hora durante San Felipe el 13 de septiembre de 1928. En aquella ocasión hubo 312 muertes, y se dice que si no hubiese sido por los sistemas de alerta, el potencial de muertes hubiese sido de millares. En San Felipe se usó la radio por primera vez efectivamente para dar avisos a la población.
La existencia de San Felipe se supo por primera vez por el vapor Commack, en la latitud 17° Norte y longitud 48° Oeste. Este aviso fue el primero en ser radiodifundido por un vapor a tal distancia en el Este del Atlántico sobre un ciclón tropical. El día 13 deseptiembre atravesó a Puerto Rico, donde se informaron la velocidad de los vientos, la cantidad de lluvia y la destrucción más grande registrada hasta la época. El huracán entró por el Sureste de la isla, en horas de la mañana, con el vórtice cerca de Guayama y atravesó la Isla en dirección Oeste a Noroeste, saliendo de Puerto Rico entre Aguadilla e Isabela. El centro del huracán hizo el recorrido en unas ocho horas por Puerto Rico. Su movimiento de traslación era de 13 millas por hora.
En términos de lluvia, hubo récord máximo de lluvia asociado a un huracán en un período de 48 horas. Se estima que la lluvia excedió de 25 pulgadas. Sobre los vientos, el meteorólogo del Negociado del Tiempo ubicado en Puerta de Tierra para ese entonces, doctor Fassig, reportó que el anamómetro (instrumento para medir la velocidad del viento) se rompió luego de registrar vientos sostenidos de 160 millas por hora durante cinco minutos aun cuando el ojo se encontraba a 30 millas al sur de la Capital. Los vientos se estimaron en sobre 200 millas por hora y el huracán se calificó categoría cinco. Según la Central Meteorológica y Geológica del Caribe, hay documentos oficiales que relatan que el viento en ese evento arrancó la corteza de muchos árboles y toda la isla quedo desprovista de vegetación. El 99 % de las casas y edificios en Puerto Rico quedaron completamente destruidos o dañados de alguna manera.
Los daños estimados para la época fueron de $50 millones. Algunas centrales azucareras quedaron reducidas a escombros. Los campos de caña fueron inundados por lluvias torrenciales. Los cafetales y miles de árboles frutales fueron arrasados. Casi la mitad de los cafetos y más de la mitad de los árboles de sombra fueron destruidos. La cosecha del café se perdió casi por completo. Los tabacales sufrieron grandes daños. Las comunicaciones fueron obstaculizadas por árboles caídos, derrumbes y puentes deshabilitados. Las obras públicas sufrieron grandes daños. De los edificios escolares 770 fueron destruidos o averiados. Según datos del doctor Miller, más de 500,000 personas quedaron desamparadas por completo.
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