El paso del huracán Irma por Puerto Rico dejó pérdidas, posiblemente, de unos $600 millones, según dijo ayer el gobernador Ricardo Rosselló. La cifra aún no es final, pues debe ser validada con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), pero refleja que aunque el fenómeno meteorológico no pasó por completo por la isla, dejó estragos a lo largo y ancho del país.
Y por tal razón, el mandatario también anunció ayer que el presidente Donald Trump declaró zona de desastre a diez municipios: Adjuntas, Canóvanas, Carolina, Guaynabo, Juncos, Loíza, Luquillo, Orocovis, Patillas y Utuado. Estas municipalidades se añaden a las islas de Vieques y Culebra.
Asimismo, Rosselló acotó que los municipios de Loíza y Canóvanas serán considerados para el programa de Asistencia Individual, el cual puede proveer subvenciones de vivienda temporal, reparación y otros programas de ayuda a individuos para que puedan recuperarse de los efectos del desastre.
Antes de realizar el anuncio, Rosselló se reunió con William Long, administrador de FEMA, para darle continuidad a los procesos de recuperación del país luego del huracán.
Por su parte, Alejandro de la Campa, director regional de FEMA en el Caribe, informó que los 78 municipios de Puerto Rico son elegibles a reembolsos por parte del Gobierno federal por cubrir los gastos de recogido de escombros luego del fenómeno natural. También podrá ser reembolsado el dinero utilizado para la organización previa al evento.