El paso del huracán María por Aguadilla dejó un fuerte rastro. Casas, semáforos, derrumbes, vidas y mucho dolor.
“Las casas se han ido volando. Se han ido los techos, en la número dos no se puede transitar, esto es un desastre… Aguadilla está destruido”, detalló el alcalde Carlos Méndez.
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Sin embargo, con un hilo de positivismo, el mandatario ha solicitado a la población cooperar para restaurar el pueblo y “levantarse”.
Ya han comenzado los trabajos de liberar caminos y el personal de emergencias atiende a los afectados.