WASHINGTON — El gobierno del presidente Donald Trump está en los últimos detalles de un paquete presupuestal para desastres de 29.000 millones de dólares que combina 16.000 millones de dólares para reforzar el programa de seguro contra inundaciones respaldado por el gobierno con casi 13.000 millones para una nueva ayuda para las víctimas de huracanes, de acuerdo con un alto funcionario gubernamental y asesores legislativos.
Se prevé que la iniciativa de gasto se envíe oficialmente al Congreso el miércoles, pero algunos detalles fueron dados a conocer por funcionarios que pidieron permanecer en el anonimato debido a que el plan no se ha hecho público.
El programa de seguros contra inundaciones se quedará sin los fondos necesarios para pagar los reclamos la semana del 23 de octubre. La Agencia Nacional para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) sigue desembolsando recursos para las labores de recuperación tras los huracanes Harvey, Irma y María, y está necesitada de más dinero.
Además una línea de crédito de 30.000 millones de dólares para el programa de seguros contra inundaciones, en base a fondos del Departamento del Tesoro, está a punto de agotarse.
Unos 13.000 millones adicionales fueron solicitados por la FEMA, y las cuentas federales de bomberos podrían recibir 577 millones para reponer lo que gastaron después de una desastrosa temporada de incendios forestales en el oeste del país.
“Esto va a ser extraordinariamente caro y creo que necesitaremos conseguir algo de dinero”, dijo Rodney Frelinghuysen, presidente de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara de Representantes.
El líder de la mayoría republicana en la cámara baja, Kevin McCarthy, dijo que el martes se reunió con legisladores de Texas y California a fin de informarles del pedido de la Casa Blanca.
“Hay que recordar que esto es dinero para una emergencia, hay que lidiar con este problema”, dijo McCarthy a reporteros. “Por lo tanto creo que lo podemos lograr”.
El pedido podría resultar contencioso, especialmente el gasto para el programa de seguros contra inundaciones. Los sectores conservadores podrían calificarlo de paternalismo estatal, pero el programa es indispensable para los que perdieron sus viviendas en los huracanes de Texas y Florida, y de otros estados costeros.
El Congreso está en medio de una campaña para reautorizar el programa, que según los críticos está subsidiando con fondos de los contribuyentes la reparación de viviendas que se han inundado una y otra vez. Un intento bipartidista para reformar el programa fue aprobado en el in 2012, pero diluido dos años más tarde ante denuncias de enormes aumentos de las primas de seguros, y los consecuentes trastornos en los mercados de bienes raíces.
El mes pasado, el Congreso aprobó un presupuesto para desastres de 15.300 millones de dólares que casi duplicó la solicitud del presidente Donald Trump. Los republicanos en el Senado agregaron 7.400 millones de dólares para reconstrucción a los fondos solicitados por Trump para limpieza inmediata, reparación y costos de vivienda.
“Esto va a ser extraordinariamente caro y creo que necesitaremos conseguir algo de dinero”, dijo Rodney Frelinghuysen, presidente de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara de Representantes.
A finales de este año, se prevé que la Casa Blanca solicite miles de millones de dólares para fondos a largo plazo que podrían reconstruir la infraestructura, ayudar a las personas sin seguro a reconstruir sus casas y, quizás, ayudar a Puerto Rico para que reconstruya su red eléctrica que quedó destruida tras el paso de María por la isla.
El mes pasado, el Congreso aprobó un presupuesto para desastres de 15.300 millones de dólares que casi duplicó la solicitud del presidente Donald Trump. Los republicanos en el Senado agregaron 7.400 millones de dólares para reconstrucción a los fondos solicitados por Trump para limpieza inmediata, reparación y costos de vivienda.