Los vecinos de la calle Escarlata en la urbanización Muñoz Rivera, en Guaynabo, tienen una impresión muy distinta a la del resto del país sobre la visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Alejandro Mora, quien fue de los residentes elegido por el Servicio Secreto para ser parte del recorrido del primer mandatario de la nación, explicó que conocieron un Trump distinto al que domina las portadas por sus controversiales expresiones.
“El Servicio Secreto nos avisó que el venía a la 1:00 de la tarde y ya a las 1:15 p.m. estaba aquí. Compartió con cuatro a cinco familias. Nos tomó nuestra impresión, si habíamos sufrido daños. La primera dama Melania Trump nos preguntó dónde habíamos pasado el huracán, fue muy amable. El tiempo que interactuamos con él fue muy amable, accesible. Uno está acostumbrado a verlo en la televisión, pero la persona que vino aquí fue una persona que nos preguntó cómo estábamos y compartió con nuestras familias. El venía solo a dos residencias y compartió con cinco familias”, relató a Mora a Metro.
Este catalogó la críticas por la visita a esta zona como injustas ya que, según le explicaron, se trató de logística y seguridad. “Es un poco injusto que digan que debió a haber ido a otras áreas. Tienen que haber visto el desplazamiento militar y del Servicio Secreto. Era literalmente toda la calle llena de vehículos, un montón de gente. Yo entiendo que llevar todo ese contingente de seguridad a algún otro pueblo es imposible”, resaltó el padre de familia cuya residencia sufrió daños en el área de la marquesina.
Cuando este diario le preguntó si notaba una preocupación genuina sobre la situación del país, el ciudadano dijo que “sí. Sus preguntas fueron genuinas. Veía preocupación, la primera dama pues también la imagen que tienen de ella de que no interactúa al contrario con mi esposa fue muy amable… yo entiendo que si que el se preocupó”.
Del mismo modo, la experiencia de Jonathan Calderón con Trump fue buena. “Me preguntó si todo estaba bien y qué le había pasado a la casa… Luego de eso me preguntó si yo era atleta. Yo le dije que sí que jugaba baloncesto y me pasó con alguien porque yo le dije que me preocupan las canchas que se destruyeron porque tengo mi cancha donde yo entreno en Las Piedras que quedó destruida… Una persona apuntó mis datos”, contó el joven de 17 años.
Calderón aseveró que decir que visitó una zona que no fue afectada no es real porque en la urbanización varias casas sufrieron daños. Aquí también pasaron cosas; a mi se me fue el techo que es de madera, mi portón se fue, mi cortina, lo vecinos se le fueron las planchas de zinc”, contó.
Otros ni lo sintieron
En contraste, en la calle Crisalda ni por enterados se dieron de que el presidente de Estados Unidos estaba cerca. “¿Aquí? Ni me enteré”, exclamó Sonia Santana, quien reside en la urbanización desde el 1970.
Mientras que su esposo Luis González dijo que espera que Trump se compadezca de la isla y envié toda la ayuda necesaria para manejar la emergencia. “Vamos a ver a Ricky (Ricardo Rosselló) cómo le llora y le pide ayuda pa’ Puerto Rico y dentro de él por lo menos tenga misericordia con Puerto Rico”, dijo con resignación González.