PARÍS — Las fuerzas del gobierno de Irak expulsaron al grupo extremista Estado Islámico de la ciudad de Hawija, uno de sus últimos bastiones en el país, informó el jueves el primer ministro iraquí.
“Quiero anunciar la liberación de la ciudad de Hawija hoy”, dijo Haider al-Abadi, de visita en París. Según el mandatario, la operación es una “victoria no solo de Irak, sino de todo el mundo”.
La lucha contra el Estado Islámico se centra ahora en la zona fronteriza con Siria, agregó.
La conquista de Hawija _en el norte del país_ se vio complicada por las disputas políticas entre las dispares fuerzas de seguridad del país y porque es una zona que reclaman tanto Bagdad como la región autónoma kurda del norte de Irak.
Al-Abadi pidió además a las fuerzas peshmerga kurdas que sigan trabajando con el gobierno en la lucha contra la milicia radical a pesar de las tensiones provocadas por el referéndum de independencia kurdo.
El primer ministro iraquí está de visita en París, donde se reunió con el presidente galo, Emmanuel Macron, que se ofreció a mediar en las tensiones con los kurdos.
Las fuerzas iraquíes han expulsado al Estado Islámico de casi todas las ciudades y pueblos que ISIS conquistó en el verano de 2014, entre ellos la segunda ciudad del país, Mosul, en julio. Los extremistas ahora están mayormente arrinconados en la región adyacente a la frontera siria-iraquí y en unos cuantos poblados en el extremo occidental de la provincia Anbar, en Irak.
Los comandantes militares iraquíes suelen declararse victoriosos antes de que hayan concluido los combates y lo más probable es que los soldados estén eliminando todavía focos de resistencia y desmontando minas y bombas.
Las fuerzas iraquíes lanzaron la ofensiva para recapturar el pueblo, a 240 kilómetros (150 millas) al norte de Bagdad, el mes pasado.
Sin embargo, aunque ha tenido éxito en expulsar al grupo extremista de sus reductos, Irak enfrenta un nuevo desafío: el ánimo independentista kurdo. Más del 90% de los kurdos votaron a favor de la independencia en un referéndum el mes pasado, considerado ilegal por las autoridades centrales y por los países vecinos.
Irak reaccionó a la consulta imponiendo una prohibición de vuelos sobre la zona kurda, mientras que Irán y Turquía han despachado tropas a la frontera como señal de su descontento hacia cualquier iniciativa que altere el mapa de la región.