El sindicato de enfermeras más grande de EE.UU. condenó la respuesta de emergencia del gobierno federal en Puerto Rico por “demorar la asistencia humanitaria a sus propios ciudadanos y dejarlos morir”, según reportó Vox.
La crítica provino de los miembros de la organización sin fines de lucro National Nurses United, que habló con miembros demócratas del Congreso, después de una misión humanitaria de dos semanas en la isla.
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Alrededor de 50 enfermeras voluntarias visitaron varios municipios en zonas urbanas y rurales, y describieron la desesperación que viven los puertorriqueños, a más de un mes después del azote del huracán María en la isla, catalogando el caso como el peor que hayan presenciado en otras misiones humanitarias, incluidas en Nueva Orleans tras el huracán Katrina y el terremoto en Haití.
La cifra oficial de muertos por el fenómeno hasta el momento es de 51, aunque los propios informes del medio Vox estiman que el número real de muertes podría ser de cientos.
Las enfermeras denunciaron que doctores realizan cirugías en hospitales con la luz de sus teléfonos celulares, niños pasando hambre, ancianos que sufren deshidratación, y el hongo que se extiende a través de las comunidades.
“No podemos permanecer en silencio mientras millones de personas continúan soportando estas condiciones”, expresó Bonnie Castillo, directora ejecutiva asociada de National Nurses United.
Asimismo aseguró que algunas enfermeras llegaron a municipios que no habián recibido comida y agua, ni ninguna otra ayuda de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.
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También manifestaron que es difícil obtener información sobre los esfuerzos de ayuda en general en la isla, ya que algunos municipios carecen del servicio de internet y telefonía.
En el escrito se menciona que al momento, aproximadamente el 75 por ciento de la isla no tiene servicio de electricidad y el 25 por ciento no tiene agua potable, y que según informes de Vox estiman que hay muchas más personas que no tienen acceso al agua potable de lo que dicen las estadísticas).
De igual manera, se resalta la misión de FEMA en la isla, donde cita a la agencia cuando dice que ha reconocido que la respuesta en P.R. es la más “compleja logísticamente en la historia de FEMA”, y quienes han señalado cuánto han logrado en un entorno tan difícil.
Por su parte, Olivia Lynch, una enfermera de California que acaba de regresar de la misión, sostuvo que los esfuerzos de FEMA en Puerto Rico son “completamente inadecuados”.
Lynch dijo que los empleados de FEMA estaban pidiendo a los residentes que les provean copias de las facturas de servicios públicos y los números de ruta de banco, y que tras esto, la agencia prometió dar seguimiento por correo electrónico o mensaje de texto, pero la mayoría de la gente no tiene electricidad ni servicio telefónico.
De acuerdo con el sindicato de enfermeras, habían publicado un informe sobre sus hallazgos en Puerto Rico, pero que el administrador de FEMA en Puerto Rico tiene que devolver las llamadas al sindicato para discutirlos.
El grupo de enfermeras dijeron al medio lo que más les llamó la atención durante su experiencia en la isla:
Las largas filas que hacen las personas durante horas bajo el sol para conseguir comida y agua. Residentes que viven en casas sin techo, y que aun no han recibido sus toldos.
Comunidades en zonas rurales que todavía no han recibido alimentos y suministros de agua, y aún no tienen agua potable ni electricidad.
También resaltaron el brote de leptospirosis, que ya ha cobrado varias vidas, y las comunidades que aún no tienen agua limpia y que están en riesgo de contraer epidemias de enfermedades transmitidas por el agua.
Mientras, Kathy Kennedy, una enfermera que trabajó en el buque hospital militar USNS Comfort, manifestó que no podía creer que todavía había camillas vacías a bordo del barco, que está atracado cerca de San Juan, que además los hospitales en la isla apenas pueden atender a sus pacientes y necesitan más ayuda.
Las enfermeras y los miembros del Congreso pidieron a los líderes republicanos que aumenten la ayuda por desastre a Puerto Rico, y que de igual forma prioricen e inviertan más dinero en el restablecimiento del servicio eléctrico.
“Nuestra gente está sufriendo y las enfermeras esperan que nuestros funcionarios electos trabajen para cambiar esto antes de que las personas mueran”, dijo Kennedy.