Ricardo Ramos, director de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), reconoció ayer que el contrato con la controvertible compañía Whitefish Energy tiene un ’oops’ en el área de reembolsos que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) podría darles.
Las declaraciones no fueron hechas en un medio local, sino en el estadounidense The Wall Street Journal.
“No hay otra explicación para eso que no sea un ’oops'”, contestó el funcionario público cuando se le preguntó sobre el lenguaje contractual que certificaba que FEMA había aprobado los términos del documento.
El reconocimiento viene el mismo día que FEMA expresó en una comunicación que “cualquier lenguaje en el contrato de Whitefish con PREPA que diga que FEMA aprobó el contrato no es certero”.
Aun así, Ramos precisó que ese error permaneció en el acuerdo porque “había mucha presión para firmar el contrato inmediatamente, no de Whitefish sino de mi parte”.
La controversia, en este caso, gira en torno al Artículo 68 que lee como sigue: “PREPA representa y garantiza que FEMA revisó y aprobó este contrato”.
En la misma entrevista, Ramos mostró preocupación de que la empresa de Montana decida abandonar sus trabajos en la isla con todo esta nueva información de lazos políticos entre sus líderes, de cuánto cobran las compañías subcontratadas y de clausulas que impiden revisión por parte de las agencias estatales.
Hoy el gobernador Ricardo Rosselló Nevares dejó en manos de la Oficina del Contralor la auditoría de dicho contrato, luego que la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP) dijera que no tenía el “peritaje” para investigarlo.
Asimismo, la Casa Blanca alegó que no tuvo nada que ver en la contratación de la compañía para la restauración del sistema de energía eléctrica en Puerto Rico.
Igualmente, el congresista Rob Bishop pidió en esta semana documentos a la AEE sobre sus métodos de contratación.