La rutina comercial en el Viejo San Juan (VSJ) comienza, precisamente hoy, a normalizarse un poco. Sin embargo, al parecer, las ventas del Viernes Negro no son suficientes para mitigar en algo las pérdidas que han tenido en los dos últimos meses debido a la falta de energía eléctrica.
Además, un evento comercial como el que ocurre hoy, según varios comerciantes entrevistados en el Viejo San Juan, no es la típica actividad que le genere mayores ventas, aunque sí, en el momento de crisis que atraviesa la Isla, puede ayudarles.
Para Guillermo Jeffs, dueño de Olé, cuyo negocio fue objeto de un reportaje de The New York Times hace unos años debido a la calidad de los sombreros que vende y los recuerdos, los primeros $100 vino a hacerlos a la 1:00 de la tarde. Luego fue aumentando a medida que pasaban las horas. De todos modos, es mucho más de lo que ha podido vender en estas 8 semanas sin luz.
El movimiento hoy en la antigua ciudad era evidentemente mayor a los pasados días. Traducir eso en ventas es otro asunto. Muchos solo vienen de paseo, aunque al estar en la ciudad aumentan las posibilidades de consumo.
El San Juan Viejo tiene graves problemas de estacionamiento, en estos días transitar las viejas y estrechas calles es más difícil debido a los taponamientos que producen los camiones de las brigadas que levantan el sistema eléctrico, y el hecho de que todavía un sector no tenga energía eléctrica merma los deseos de muchas personas para allegarse a hacer sus compras o a pasear.
De todos modos, hoy ha sido el día más movido en ventas y asistencia de personas al VSJ.
Para Jeffs, hoy es su primer día con luz, y se alegra que coincida con la llegada de un barco turístico de noruegos y japoneses con cámaras fotográficas. El VSJ continúa dependiendo del turismo foráneo. En ese sentido, dijo, “hoy parece un día normal de temporada de noviembre”.
Al contrario, había grandes filas en cadenas como Coach, Guess y Tommy Hilfiger. Estas cadenas, distinto a los muchos pequeños comerciantes del VSJ, pueden dar ofertas atractivas. Los pequeños comerciantes no tienen ese margen de regateo, aunque algunos sí bajan sus precios un poco antes de perder una venta, pero no todos pueden.
Sheila Santiago, que vende joyería de acero inoxidable con diseños exclusivos de un diseñador local en un puesto de ventas en la calle, sí permite el regateo, pero para un día como hoy no puede ofrecer los grandes especiales que muchos esperan. No le es posible.
Santiago reconoce que las ventas no están a la altura de pasados años. Obviamente esperaba eso debido a las circunstancias. Se alegra, sin embargo, de que “hoy se ve un poco más de movimiento” de personas en el VSJ y ha podido mejorar las ventas respecto a pasadas semanas.
Tanto Santiago, como Javier Ortiz, dueño de la librería Laberinto que ya tiene luz, creen que lo importante es que las personas lleguen a la ciudad vieja. Posiblemente, sería necesario que se fomenten más actividades de manera que las personas asistan. Ya aquí, entonces depende de cada comercio ofrecer sus productos.
Pero la limitación del VSJ, en tiempos normales, consiste en los estacionamiento y en la dificultad de los accesos.
Ambos igualmente reconocen que la falta de energía eléctrica es el problema.
Hoy precisamente la agencia Inter News Service (INS) vio al menos media docena de camiones de ConEdison trabajando en varias calles, cerradas por supuesto. Solo quedan pequeños sectores sin luz.
No obstante, dice Ortiz, “se debe alumbrar todo el Viejo San Juan”, pues con solo algunos bolsillos sin luz, la imagen continuaría siendo de que no hay luz en San Juan. La verdad es, de todos modos, que desde hoy ya se puede decir que “el Viejo San Juan está abierto para hacer negocios”, aseguró.
Un comercio como el suyo es un poco sui generis, y no depende de eventos como el “Black Friday” para hacer sus ventas. Más bien se alimenta de temporadas, como la de Navidad, por ejemplo. El día de hoy, dice sin embargo, ha sido un buen día para empezar a recuperarse.
Este cree que las grandes cadenas de tiendas y los centros comerciales son los que se benefician mayormente del evento comercial de hoy.
Otros comercios no han tenido esa suerte. La icónica farmacia Luma, con grandes surtidos de souvenirs, no ha logrado mejorar las ventas hoy. “Está flojito”, dijo una dependienta. Gran parte de esa calle de San Francisco se mantenía cerrada al tránsito debido a los trabajos de reparación.
Marta Ramírez, junto a varias amigas, no perdió el tiempo y llevaba varias bolsas de compras, de una cadena norteamericana. Ya había pasado temprano por Plaza Las Américas y decidió pasear y hacer compras adicionales en el VSJ.
“Me encanta esto aquí”, dijo, evidenciando que la vieja ciudad sigue siendo un buen atractivo para los locales. Hoy también se vio en el VSJ mucha gente joven, local, empujando coches de niños.