Tras celebrar el primer aniversario del restablecimiento de los vuelos directos a Cuba desde tres ciudades de Estados Unidos, la línea aérea estadounidense Delta mantiene la aspiración de aumentar la frecuencia diaria desde Miami.
En declaraciones a la prensa cubana, Rodrigo Bertola, director de Delta para Latinoamérica y el Caribe, señaló que están a la espera de los permisos correspondientes de las autoridades de Estados Unidos para elevar a dos la frecuencia diaria de los vuelos entre Miami y La Habana.
Dijo que están muy enfocados en aumentar la presencia en la isla, pues en el primer año movieron desde Miami, Atlanta y Nueva York a alrededor de 93 mil pasajeros desde y hacia La Habana, reseña el sitio Cubadebate.
Se afianzaron “con tres oficinas comerciales para la venta de boletos en la capital cubana, una en el aeropuerto internacional José Martí, otra en La Rampa y la última en Miramar, en busca de estar más cerca de los clientes”, subrayó.
“Nos ha ido muy bien, estamos muy contentos”, aseguró Bertola, quien visita Cuba por tercera ocasión, para las actividades por el primer aniversario de los vuelos de su compañía a La Habana.
Delta Air Lines, con sede en Atlanta, llegó a Cuba el 1 de diciembre de 2016, tras recibir los permisos correspondientes en el marco del acuerdo entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos como parte del proceso hacia la normalización de relaciones que emprendieron los mandatarios Raúl Castro y Barack Obama, en 2014.
Ante el desafío que impone el giro de la administración de Donald Trump en la política hacia la mayor de las Antillas y las medidas anunciadas que restringen aún más los viajes de los estadounidenses a la isla y la cancelación de algunas aerolíneas para volar a Cuba, Rodrigo Bertola se define como optimista.
“Mientras se cierran algunas puertas, se abren otras y Delta está comprometida con mantener este destino para sus aeronaves y maximizar las oportunidades, porque hay un mercado al que satisfacer”, aseguró.
Para Agustín Durand, gerente general de Ventas de Delta para América Central y el Caribe, si no existiesen limitaciones para que los estadounidenses viajen a Cuba, la isla sería un destino potencial, como lo son hoy Punta Cana, en República Dominicana, o Cancún, en México, donde la aerolínea llega con más de una veintena de vuelos diariamente.
Sobre las garantías de seguridad que brindan los aeropuertos cubanos, Durand apuntó que “para cualquier aerolínea eso es lo primero y si hubiese algún riesgo, el más mínimo, Delta -que mueve más de 180 millones de pasajeros al año y es considerada entre las primeras en EEUU-, no volaría a Cuba. No estaríamos acá si no fueran altos los estándares de seguridad”, subrayó.
Al igual que Delta, vuelan directamente desde Estados Unidos las compañías United Continental, American Airlines y JetBlue Airlines.
Hasta octubre último, unos 544 mil 171 estadounidenses -336 mil 556 más que en igual etapa de 2016- llegaron a Cuba bajo el amparo de las 12 categorías de viaje autorizadas por la Casa Blanca, posibilidades que fueron restringidas drásticamente por el presidente Trump, quien anunció el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero contra la isla.