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Experta recomienda dejar a un lado regalos tecnológicos en Navidad

La patóloga del habla y lenguaje Nellie Torres de Carella, directora del Instituto Fonemi de Puerto Rico, recomendó para la próxima Navidad dejar de lado los juguetes tecnológicos y volver a los básicos luego del azote del huracán María.

Explica que esta temporada navideña será diferente, “porque nuestras vidas, a nivel personal y como país, han cambiado drásticamente tras el paso del huracán María”.

Así, las tendencias al momento de seleccionar los regalos para los niños tendrán que cambiar. Los juguetes tecnológicos, que dependen de electricidad o baterías, son poco prácticos en estos momentos.

“Tal como hemos tenido que regresar a lo básico en diversas áreas de nuestras vidas, como lavar a mano, alumbrarnos con velas o hervir agua para tomar, la realidad de los apagones y la conciencia de que tenemos que ser comedidos para evitar sobrecargar las líneas eléctricas hace necesario que volvamos a lo básico, incluso al seleccionar juguetes”, dice Torres de Carella.

La especialista recomienda, por ejemplo, libros, rompecabezas, juegos de armar y los relacionados al deporte.

Para infantes de menos de un año, los recomendados son los “gimnasios” para bebés que se colocan en el piso, las maracas y los libros de tela (los de papel los rompen y podrían “comérselos” al explorarlos con la boca).

Para niños de uno a dos años, Torres de Carella dice que a esta edad se benefician de libros de papel duro o grueso (son más duraderos en manos inexpertas), juguetes para pretender, como teléfonos y marionetas, además de juguetes que se insertan uno adentro de otro.

Para niños de dos a tres años, rompecabezas de 4 a 12 piezas, libros interactivos (aquellos en los se halan pestañas para pretender movimiento), bolas de diversos tamaños, instrumentos musicales y juguetes para pretender, como las cocinas de tamaño infantil con alimentos plásticos, así como teléfonos de juguete que no requieran baterías.

Los triciclos también son muy buenos a esta edad, especialmente para propiciar el desarrollo motor.

Entre tres y cinco años, se benefician de jugar con bloques, categorizar objetos por forma, color o tamaño. Los juguetes para pretender ser otra persona o adulto siguen siendo recomendables, aunque pueden ser más sofisticados, como ser doctor, veterinario, músico, carpintero, dueño de una tienda con alimentos plásticos y caja registradora, o papá y mamá de un bebé.

Los libros deben contener láminas o imágenes con colores brillantes y pocas palabras u oraciones por página.

De ocho años en adelante, el interés se orienta hacia los juegos de reglas más complejas o con una serie de instrucciones o normas que los jugadores deben conocer y respetar para conseguir un objetivo.

Los juegos de mesa y de razonamiento o estrategia cumplen esa función como actividad pasiva y los deportes como activa. Ambos son excelentes para desarrollar destrezas de socialización, de aprender a tomar y ceder turnos, de respetar las opiniones de otros y de ser generoso, tanto al ganar como al perder.

“Además -dice Torres de Carella- ayudan al desarrollo del lenguaje, la comprensión de lectura, escritura, matemática, memoria, el razonamiento y la atención”.

La experta asegura que “celebrar una época tan hermosa como la Navidad este año será un reto, porque nos hemos acostumbrado a la abundancia, gastando cifras exorbitantes en juguetes para los niños. Sin embargo, hemos perdido tanto como país que tal vez este año deberíamos meditar en la enseñanza del pesebre, en la verdadera razón para celebrar la Navidad”.

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