El Capitolio – La audiencia pública sobre el Proyecto del Senado 672, que busca que el Departamento de Educación (DE) incluya a los estudiantes dotados en la otorgación de becas a nivel universitario, levantó hoy la discusión sobre sus características, riesgos (de no identificarse a tiempo), la carga económica para las familias y el proceso de selección de “una población marginada e invisible ante la sociedad”, destacó en su ponencia el director del Instituto de Investigación y Desarrollo para Estudiantes Dotados, Héctor Rivera.
La medida de la autoría del presidente de la Comisión de Educación y Reforma Universitaria, Abel Nazario Quiñones; decreta que el 15% del presupuesto actual del Programa de Becas deberá ser destinado a favor de estudiantes dotados. Así, enmendaría la Ley 170-2002 para incluir esta, entre las becas que concede el DE.
Nazario llevó a cabo la vista en la que el DE, el Departamento de la Familia y el Instituto de Investigación y Desarrollo para Estudiantes Dotados tuvieron parte y avalaron la misma. Asimismo, anunció que el 30 de enero será la fecha para una vista pública que abarcará todas las medidas que impactarían esta población de las cuales él es autor junto al presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz.
Una de ellas buscaría establecer un Programa de Internado para Estudiantes Dotados. El mismo insertaría no tan solo en su área de capacidad junto a la empresa privada, sino también incursionarían las agencias gubernamentales y la legislatura.
Otra, según un comunicado de prensa, crearía su Carta de Derechos para definir sus necesidades y establecer que las escuelas cuenten con servicios educativos dirigidos a atender los intereses de la población de estudiantes dotados.
Por su parte, el Director del Instituto -quien avaló la medida sobre las becas- también destacó que el proceso de selección podría ser el más escabroso.
“Hay que tener presente que un estudiante dotado no siempre saca las mejores notas, no siempre tiene el mejor comportamiento, porque no se ha identificado y no se le ha brindado el servicio que debe tener para desarrollar su potencial. Debemos mirar con cautela como la escuela ofrecerá este beneficio y como se seleccionarán a los estudiantes merecedores”, expresó Rivera, quien lleva 17 años trabajando con esta población en la Isla.
Añadió que “la propuesta presentada promueve directamente una de las alternativas de aceleración que se ha implantado con éxito entre nuestros estudiantes registrados en el IDED, se conoce como matricula dual o concurrente, esta opción de aceleración académica permite que el estudiante pueda tomar cursos universitarios mientras esta en la escuela superior. Además, el instituto ha logrado que nuestros estudiantes, de escuela intermedia comiencen a tomar cursos universitarios”.
Por su parte el licenciado del DE, Daniel Russe, aseguró que ya la división de Sicología Escolar y la de Servicios Auxiliares Integrales al Estudiante, Familia y Comunidad se encuentran trabajando en la creación de un registro, el cual ayudaría con la selección de los mismos para la otorgación de becas.
El director del Programa de Becas de la Oficina para la Promoción de la Excelencia Académica, Melvin Vázquez, adelantó que del presupuesto de esta oficina ya se han separado $150 mil dólares para los estudiantes superdotados. Sin embargo, con esta pieza legislativa aumentaría a un 15% del total del presupuesto de su oficina, a lo que dijo que “sería mucho más que $150 mil”.
Ante la interrogante de cuántos estudiantes no identificados superdotados hay en Puerto Rico, Rivera estableció la cifra de 2.27 del total de la población. “Si tomamos el Censo del 2010 donde hay 1,017,000 jóvenes y lo multiplicamos por 2.27, el cálculo sería que hay 23,085 estudiantes superdotados no identificados en Puerto Rico”, especificó en un aparte.
Asimismo, reveló que 822 estudiantes en la Isla, el Instituto ha identificado y registrado. A esto se suma que, en el 70% de estos casos que llegan a evaluarse son por problemas en las escuelas.
Entre otros datos relevantes, Rivera suministró que más del 40% de los estudiantes terminan como desertor escolar, la gran mayoría de los casos referidos son mal identificados con déficit de atención y oposicional desafiante. Además, existe una alta correlación entre suicidios infantiles y juveniles con dotación intelectual.
Resaltó que el 100% de los casos de aceleración que atiende el Instituto son efectivos, ya que tienen 0% de deserción escolar y universitaria.