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Se echa a perder impulso a la comunidad Las Curías en San Juan

Una comunidad en el campo de San Juan comenzó a desarrollarse hace tres años en el ámbito económico y comunitario utilizando la naturaleza a su alrededor.

Paseos en kayaks, pesca y negocios para turistas eran parte del ofrecimiento que tenían los residentes luego de que el municipio invirtiera 2.4 millones de dólares en la construcción del Paseo Las Curías.

Hoy, el Paseo pareciera que es cosa del pasado, pues un enorme verdor cubre el Lago Las Curías lo que lo hace imposible de navegar y por ende detuvo toda actividad comercial –y comunitaria- del sector. Se trata de una especie invasiva llamada Salvinia Molesta que según el presidente de la Junta Comunitaria de Las Curías, Luis Crespo, afecta no solo el desarrollo de la comunidad, sino que pone en riesgo la salud de los residentes y de la fauna y flora del lugar.

Crespo señaló que aunque la plaga lleva cerca de un año, con el huracán se afectaron aún más ya que cayeron todos los postes. Ahora en enero esperan restaurar el paseo tablado.

“Se hizo recreacional, un año estuvimos con kayaks y  haciendo muchas actividades, todo eso se cayó, se estaba generando empleos, los empleos se perdieron”, planteó Crespo sobre unos 7 empleos que se perdieron y sobre cinco negocios peligran mientras otros dos luchan por abrir sus puertas.

Las plantas en el agua detuvieron las actividades turísticas, que eran con kayaks y pesca, pero también comenzaron a afectar las actividades comunitarias como clases de zumba, meditaciones y clases de salsa, ya que se han proliferado los mosquitos.

Con ello también se pone en riesgo la salud de los ciudadanos. “Los mosquitos son la orden del día después de las 6:00 y 7:00 de la noche y el problema es el zika, el chickungunya si eso se logra proliferar”, declaró. Además la vida de la fauna y flora que allí se desarrolla está en peligro, pues la planta absorbe los oxígenos del agua y tapa el sol.

Según Crespo, la planta Salvinia Molesta es oriunda del sur de Brasil, traída para hacer jardines acuáticos, pero se ha convertido en una plaga en ese lago hace uno o dos años, pues el líder comunitario precisó que desde que vive en esa comunidad hace más de 40 años no había visto el cuerpo de agua como se encuentra ahora.

¿A quién le toca la limpieza?

Según Crespo, esta es una de las interrogantes que luego de numerosas reuniones aún queda por aclararse. El líder comunitario explicó que el lago pertenecía la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), pero fue transferido en un contrato al Municipio de San Juan. “Hay un dilema entre si las aguas caían bajo el municipio o si Acueductos tenía control de las aguas”, expresó el presidente de la Asociación.

Metro contactó a la AAA y el personal de comunicaciones indicó que la jurisdicción del lago pasó al Municipio de San Juan desde el 1980. Crespo explicó que el Municipio ha sido “el único ente gubernamental que nos ha dado la mano”. Detalló que la alcaldesa asignó unos 12 empleados municipales, que junto a 52 voluntarios intentaron limpiar el lago, sin embargo, se trata de una plaga en la que se necesita maquinaria para dar mantenimiento.

“Traté de conseguir ese mantenimiento con las agencias estatales pero todo fue todo oídos sordos”, manifestó, quien también viajó hasta Estados Unidos para contactar a una fábrica donde tienen una solución para volver a hacerlo navegable, pero asciende a 77 mil dólares.

Entre sus esfuerzos también localizaron al Departamento de Recursos Naturales (DRNA) y al Programa del Estuario de la Bahía de San Juan, pero los esfuerzos han sido infructuosos. El DRNA también indicó a Metro que el lago pertenece al Municipio de San Juan.

Metro solicitó una reacción del Municipio, pero al cierre de esta edición no se respondieron las llamadas y ni los mensajes de texto.

Vea las fotos de Dennis A. Jones:

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