Pittsburgh — Un turista ruso muerto a tiros en Pittsburgh el mes pasado donó sus órganos y el veterano de la Guardia Nacional que recibió su riñón dio un emotivo agradecimiento a la viuda del hombre.
Anton Kemaev viajaba como turista en Estados Unidos y se estaba quedando en casa de unos amigos en Pittsburgh cuando fue baleado el 19 de diciembre. Kemaev estaba como pasajero en un coche y la policía dijo que ni él ni el chofer del vehículo fueron blancos intencionales del ataque.
Kemaev permaneció en condición crítica durante nueve días antes de su muerte el 28 de diciembre. Su esposa, Olga Kemaeva, llegó de Siberia apenas a tiempo para decir adiós. La viuda decidió donar los órganos, que salvaron cuatro vidas.
John Bond, de Minnesota, fue una de esas personas. Recibió la llamada para avisarle de que había un riñón listo para él. Fue transportado inmediatamente junto con su esposa en un vuelo fletado a Pittsburgh, y Bond fue operado en unas pocas horas.
Poco a poco, recibieron información sobre el donante, incluyendo que había sido baleado en Pittsburgh. Investigaron en Google y se dieron cuenta de que tenía que tratarse de Kemaev.
El jueves, Bond se reunió con la viuda de Kemaev en el hotel donde se recupera.
Entre abrazos y con la ayuda de traductores, le dio las gracias a la viuda y le dijo que le salvó la vida. Ella respondió que es lo que hubiera querido su esposo.
“Su esposo sigue vivo, en nuestros pensamientos”, dijo Erin Bond a Kemaev. “Gracias por aprobar la donación”.
