Unos 40,000 empleos se perdieron durante el 2017 según las proyecciones de los legisladores populares Rafael “Tatito” Hernández y Luis Vega Ramos, quienes hoy en una conferencia de prensa responsabilizaron por este hecho a la administración de Ricardo Rosselló y la imposición de medidas de austeridad a la clase trabajadora del territorio.
De acuerdo a los representantes, otro aspecto que abonó a la caída laboral en la isla el año pasado fue el mal manejo de la emergencia provocada por el impacto del huracán María, que aún mantiene a miles de boricuas sin energía eléctrica y otros servicios esenciales.
“El huracán no es la causa de la situación económica grave y delicada que vive Puerto Rico. El huracán nos permitió ver y desenmascaró el fracaso de las políticas públicas con el sector público y privado de esta administración”, afirmó Hernández, pasado presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara baja.
En términos de cifras, según Hernández y Vega Ramos el Departamento del Trabajo Federal reportó 16,700 empleos menos en el sector asalariado no agrícola para agosto del 2017, en comparación con la misma fecha del 2016. Para ambos, esto demuestra que el impacto en el trabajo entre los puertorriqueños no necesariamente es relacionado con la crisis creada por el huracán María, que devastó la isla en septiembre 20, un mes después de la publicación de las estadísticas del gobierno federal.
En el sector privado, agregaron, se perdieron unos 7,300 empleos el año pasado, producto de la Reforma Laboral.
“Se debe al fracaso de la reforma laboral, que supuestamente generaría empleos y daría más oportunidades al sector privado y el sector laboral. Se perdieron 7,300 empleos en el sector privado directamente relacionados con dicha medida. O sea, de 667,300 empleos en el sector privado se redujeron a 660,000”, manifestó el también portavoz de la minoría popular en la Cámara de Representantes.
De otra parte, Vega Ramos resaltó que las estadísticas de la Oficina del Comisionado de Asuntos Municipales arrojan una merma de 5,400 empleados en los municipios, producto del recorte de $175 millones establecido en el Plan Fiscal que fue preparado por la administración actual y certificado por la Junta de Control Fiscal. En síntesis, el representante detalló que los empleos se redujeron de 56,600 en noviembre del 2016 a 51,200 el año pasado.
Vega Ramos también estableció como un factor que afecta el empleo en Puerto Rico que, según información difundida por el Departamento de Hacienda, un 30% de las pequeñas y medianas empresas del territorio no han reabierto luego del temporal.
“Nunca sabremos cuánto más le costó a la economía del país que el gobernador y la dirección de la Autoridad de Energía Eléctrica no le hablaran claro al pueblo de cuánto se iba a tardar la recuperación eléctrica. Los pequeños y medianos comerciantes nunca se pudieron preparar adecuadamente para el problema energético porque nunca le dijeron la verdad”, comentó Vega Ramos.
“El mayor empleador de Puerto Rico son las pequeñas y medianas empresas. Son 300,000 empleos fácilmente. Si tienes una tercera parte de ese sector sin operar, fácilmente tienes 100,000 empleos que la gente no está en la calle”, añadió Hernández.
Como muestra del impacto en la economía por la falta de planificación en el proceso de recuperación, los populares mencionaron que el Departamento del Trabajo local ha recibido unas 25,000 solicitudes para beneficios por desempleo. Si la administración actual no cambia la política pública en relación al empleo, los miembros de la Cámara baja proyectan que en este año se perderían 60,000 trabajos.